No sé el motivo por el cual algunos libros para niños pueden llegar a tocar el corazoncito de los mayores, pero a veces la magia sucede.
He de dar las gracias a Babelio por enviarnos un ejemplar de Malvada y Brillante de Harriet Muncaster, una autora desconocida para mí pero que me ha conquistado.
Alfaguara nos presenta un cuento de hadas, exactamente no son hadas, son Wisklings y viven en el bosque de Wisklings separados del mundo humano por un muro mágico.
En formato tapa dura, punto a favor, y con una portada que evoca la magia con sus colores lilas, malvas y violetas, con estrellas brillantes, un pequeño dragón volador y unas casa en el interior de los árboles, todo llama a los primeros lectores a cazarlo al vuelo y vivir una gran aventura.
Antes de explicaros su historia os quiero hablar de sus ilustraciones que juegan con el blanco y negro creando una gran gama de grises, hay ilustraciones a página completa y otras solo acompañan una parte pequeña del texto. Cada capítulo viene marcado por una corona diferente y especial.
En esta historia vamos a conocer a las princesas mellizas Victoria y Celestine Stitch, hijas, nietas y un largo árbol genealógico de reyes, ellas deberían ser las siguientes al haber nacido de un diamante, pero ese diamante no era perfecto, tenía una mancha oscura y eso las condena en cierta manera a ser uno más en la sociedad y a vivir de niñera en niñera.
Las dos hermanas son en todos los aspectos como la noche y el día, Celestine acepta su destino y está deseando acabar las clases para decidir dónde hacer las prácticas para poder trabajar en un futuro.
Por otro lado Victoria no acepta de ninguna manera su destina, ella ha nacido para ser reina y este pensamiento la llevará a realizar acciones que arrancan más de una sonrisa al lector.
Una lectura ideal para el verano. Los pequeños aprenderán sobre el amor, la amistad, el destino y el deseo de ser alguien por sí mismos. De la misma manera descubrirán que no todos somos iguales pero por ello no somos ni mejores ni peores, solo diferentes.
Un buen regalo que se puede compartir y crear mágicos momentos antes de ir a dormir entre padres e hijos, abuelos y nietos o entre hermanos.
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