Hoy os quiero recomendar a una autora que ha sido una grata revelación para mí, Ana Forner quien nos presenta Tan bonito que es verdad, un título que se esconde tras la fotografía de un fotógrafo quien a su vez está fotografiando algo que en cierta manera se refleja más en su expresión y en su mirada que en el objetivo de la cámara.
¿Qué es lo que delata lo que capta con su cámara a que a simple vista parece no ver?, la respuesta a esta pregunta es más un quién que un que, así que mejor empecemos desde el principio.
Nuestro fotografo es Nick Klain un joven que vive para y por su fotografía y su arte, un hombre dedicado al mundo de la moda con un fuerte miedo al compromiso, a que lo cambien, a perderse a si mismo, así que lleva una coraza impenetrable en su corazón aunque tiene una debilidad.
La debilidad se llama Ada, ella forma parte de su equipo, es maquilladora y peluquera, su carácter es tranquilo y en el fondo de su corazón siente algo profundo por Nick pero no cree merecerlo ni estar a la altura, así que aguanta sus desplantes, sus malos modos y es absolutamente profesional.
Esta manera de ser de Nick no es más que su manera de mantenerla alejada, él ve en ella más de lo que muestra, él no quiere caer en la tentación y ella no es lo suficientemente valiente como para demostrar sus sentimientos.
Todo un tira y afloja, malos entendidos, indecisiones, errores que los llevará a ambos a caer en la tentación, ambos vivirán en su burbuja particular pero Nick seguirá con sus miedos y aunque poco a poco los va superando sigue sin ver lo que tiene delante.
Por otro lado Ada crecerá como mujer, lo que Nick ya sabia florece en ella mostrando un fuerte carácter y la capacidad de no perder la esperanza en su deseo de conseguir de Nick todo y no solo un pequeño espacio en su corazón.
Booket nos presenta una novela dividida en cuarenta y seis capítulos y un epílogo, narrado a dos voces mostrándonos la visión de ella y la de él y facilitando así llegar a tener una empatía con los protagonistas y descubrir el mundo en el que viven.
La prosa es ágil y adictiva y el tempo es sostenido con pequeños momentos más rápidos que le dan actitud a la historia.
Sus personajes están construidos de una manera sólida y los secundarios son un refuerzo excelente para comprender el mundo de él y el de ella.
Por descontado estamos ante una historia romántica con todas las letras y sus momentos que hacen subir los termómetros en estos días tan gélidos.
No la dejéis escapar, ante vosotros se abrirá la mejor fotografía del romanticismo y del corazón.