Hoy nos reencontramos con un querido amigo, un personaje al que no dejaríamos solo cerca de un tesoro pero a su vez es un personaje con un código ético muy particular.
Nuestros queridos amigos de Duomo nos presentaron la primera entrega de “Arsène Lupin. Caballero Ladrón” en su formato de novela y en su formato ilustrado. Hoy os queremos presentar Arsène Lupin contra Herlock Sholmes, un antagonista inspirado en el gran Sherlock Holmes y que no defraudará a sus lectores y será capaz de jugar a juego del gato y el ratón con Lupin, aunque como termina el juego, eso yo no s lo voy a contar.
Esta vez la portada sigue el estilo de las entregas anteriores, y antes de continuar entono un mea culpa dad que aún no he leído “Arsène Lupin y la aguja hueca” pero no tardará en caer en mis manos.
Una portada verde, elegante y sofisticada con grabados dorados y la única ilustración de nuestros dos coprotagonistas aunque solo podemos ver sus siluetas Herlock Sholmes con su inconfundible sombrero y su pipa y Lupin con chistera y monóculo, dos estilos muy diferentes que en cierta manera se adecuan a la perfección a los caracteres de los personajes.
En este volumen se reúnen dos historias, la primera “La dama rubia” dividida en seis partes y la segunda “La lámpara judía” dividida solo en dos.
Dos relatos que se me han hecho realmente muy cortos, hay que tener en cuenta que fueron publicados por capítulos en su momento y ello implica que cada final de ellos nos deja con ganas de no dejar escapar el siguiente.
Maurice Leblanc no defrauda en ningún momento con su prosa, con la construcción de unos personajes sólidos y a su vez carismáticos, con giros argumentales muy interesantes, con descripciones cuidadas y poco redundantes y con unas historias que siempre dejan con ganas de más.
El estilo francés se enfrenta al estilo inglés, pero yo os pregunto ¿es todo lo que parece? ¿Son estos personajes en el fondo tan diferentes entre sí?
El mejor consejo que os puedo dar como amante de la novela de intriga y misterio es que no dejéis escapar esta joya antes de que un ladrón de guante blanco os lo robe. El reto está servido, ¿a quién vais a creer, al ladrón o al detective?
Misterio, intriga, ironía y mucha diversión os espera.