Susan
Elisabeth Phillips nos invita a descubrir de su mano la época dorada de
Hollywood, un lugar donde las estrellas brillaban con luz propia, James Dean
encandilaba al público con sus interpretaciones en “Al este del Edén”, Marilyn
Monroe tentaba a los espectadores en “La tentación vive arriba” y Error Lynn
entraba en la vida de la joven Belinda, una joven enamorada del glamour de las
estrellas, de sus vidas y que cayo rendida ante los cumplidos de aquella
estrella un poco ajada.
Belinda sabía que aquello no duraría, que no sería una más
de las conquistas del actor y cuando descubrió que estaba embarazada acepto
casarse con un amigo de Errol, Alexis Savagar, un hombre inflexible, dominante
y traicionado por la ignorancia. Un hombre vengativo y dispuesto a todo por
perpetuar su línea de sangre y una bastarda no entraba en sus planes.
La hija de Belinda es un personaje muy complejo, Fleur,
ha crecido en un colegio pupila de monjas y Belinda decide transformarla en una
estrella, si ella no pudo conseguir el sueño dorado, su hija lo haría, quisiera
o no. Fleur era una joven de diecinueve años inocente, inteligente pero
subyugada a su madre, que no conocía a su hermano Michael y odiada por quien
creía ser su padre.
Cuando conoce a Jake Koranda, uno de los actores más seductores
de Hollywood, se enamora, pero todo se tuerce al descubrir las maquinaciones de
su madre Belinda. A partir de ese momento Fleur decide tomar las riendas de su
vida y demostrarse a ella misma y al mundo que es muy capaz de ser más que una
cara bonita. Es una trabajadora incansable, es tenaz y su única aspiración es
ser libre.
Pero el destino siempre depara sorpresas agradables y no
tan agradables, Fleur se enfrentara al mundo no como la joven chica brillante
asustada, ahora era una mujer capaz de lidiar con casi todo, aunque su corazón
y sus anhelos habían muerto en brazos de Jake.
Una
chica brillante es una fábula de como un patito feo se transforma en un
cisne asustado. Un cisne que decide demostrar que su interior es tan válido
como su exterior. Un personaje que gana en autoestima a medida que personajes
como Michael, Kissy, Simon y Barry la animan y le enseñan aquello que no es
capaz de reconocer.
Fleur, o Flower, es un ejemplo de superación personal. Un
personaje completo que se va formando página a página.
La chica brillante regresará a escena para callar muchas
bocas y para encontrar su lugar en el mundo, un lugar donde no estará sola.
La autora recrea con mucho lujo la época dorada de
Hollywood, sus luces y sus sombras, lo que captaban las cámaras y lo que se
escondía en los camerinos. Pero me gustaría decir que también nos habla de una
época oscura de la historia, la Guerra del Vietnam marco la vida de muchas
personas, y ella lo refleja en el personaje de Jake, un hombre ni tan
superficial ni tan seguro de sí mismo, un hombre tocado por el horror de la
sangre y la muerte.
Quizás dos personas escondidas en una imagen puedan
llegar a comprenderse, ayudarse e incluso amarse.
Una novela que atrapa desde la primera página, que
muestra empatía con los personajes, el lector se encontrará inmerso en un mundo
complejo y deseará ser confidente de Fleur. Una prosa fluida, casi lirica nos
conduce por sendas poco transitadas para llegar a al fin a una casa en voladizo
de cristal y cemento.
Vergara nos ofrece las
brillantes luces de neón de los cines, su olor a palomitas y sus personajes
rutilantes, pero también la vida más sencilla, la humanidad que se esconde
detrás de la farándula y no se olvida de aquellos que juegan a ser titiriteros
con la vida de los demás. Una novela que sacude los cimientos de los
estereotipos y muestra los claroscuros de los personajes.