Hoy no quiero escribir esta reseña, para mí cuando la escribo es como si en cierta manera me despidiera de la novela y de sus protagonistas, he tardado un poco dado que la he leído y releído varias veces dado que leer una nueva entrega de las Guerreras Maxwell siempre es un acierto.
De esta maravillosa saga recordemos sus títulos “Deseo concedido” fue el primer título de esta saga y tal y como reza su nombre concede el deseo de vivir intensamente en unas tierras y épocas lejanas acompañando a mujeres fuertes frente un mundo de hombres, “Desde donde se domine la llanura” nos invitó a descubrir el amor verdadero y la lucha por conseguirlo, “Siempre te encontraré” terminó con todo el azúcar de Escocia, en “Una flor para otra flor” vivimos la madurez de un amor casi infantil , con “Una prueba de amor” se unieron a nuestras filas guerreras dos arrojadas e intrépidas vikingas ampliando la cultura celta con la nórdica y con “Un corazón entre tú y yo” nos reencontramos con nuestras Vikingas a las que se unirá una valiente e intrépida pirata.
Hoy de la mano de Esencia y firmada por Megan Maxwell nos encontramos con su séptima entrega Atrévete a retarme, una historia que en cierto modo me ha recordado el espíritu de su primera entrega, sobre todo por sus protagonistas, la lucha no solo entre ellos sino entre sus familias y ante todo por el carácter de la joven Carolina Campbell.
Carolina Campbell es la menor de una familia marcada por el patriarca, conocido y temido como el Diablo Campbell aunque con su hija pequeña parece todo menos un diablo a no ser que le saquen de sus casillas.
Carolina es todo lo que no se espera de una joven dama, sabe luchar, cazar, conoce las plantas y sus remedios y monta a caballo como una amazona. Tiene un corazón de oro pero está en la encrucijada en la que debe escoger marido o lo harán por ella y su opción es un no rotundo hasta que conoce a Peter McGregor quien ha ido junto a su hermano y su padre a por unas tierras y así es como consigue lo impensable, un matrimonio por un año a cambio de las tierras.
Peter es un hijo juicioso, amable, justo, guapo y fuerte quien para hacer feliz a su padre aceptará dicha locura, el pasado de ambos clanes les enfrentan pero Carolina no tiene miedo, necesita marcharse y si ese es el precio lo pagará.
Desde el primer momento su suegro será su mejor aliado y poco a poco se ganará más de un corazón aunque la madre de Peter y un par de víboras más le harán la vida imposible.
Una pareja que está destinada al fracaso si no dejan de escuchar a su cabeza y a los demás y empiezan a escuchar a sus corazones “fin del asunto”.
Una historia sobre el amor, sobre la importancia de la familia, de la amistad de corazón, de la poca importancia de un apellido y de la importancia de un gran corazón.
Esta novela está llena de luz, de sonrisas, de ironía, de fuerza y de personajes que os van a enamorar y otros a los que vais a odiar, aunque a todos les llega su momento, porque el karma siempre regresa.
No la dejéis escapar, una de las mejores entregas para mi gusto, como siempre su autora se supera entrega a entrega sin perder la esencia de la saga en global entrelazando historias y personajes, el único pero que le puedo dar es que tenemos que espera a una nueva.
A veces el corazón sabe más que a razón.