Hoy nos reencontramos con “Los Ravenel” una familia aristocrática británica de principios del siglo XIX que no encajan precisamente en el estereotipo de su clase.
Tras su presentación en “Un seductor sin corazón”, “Casarse con él, “El diablo en primavera” y “Como dos extraños” llegamos a su quinta entrega con La hija del diablo.
Hay algo que me gusta mucho de la autora, Lisa Kleypas y es su capacidad de invitarnos a reencontrarnos con personajes de otros títulos y sagas tejiendo un entramado en un mundo propio apasionante.
En sus primeros capítulos nos reencontraremos con Evie y Sebastian protagonistas de “El diablo en invierno” de la saga “Las Wallflowers” y con Gabriel hermano de la protagonista y a quien conocimos muy bien en “El diablo en primavera”. Dos sagas, dos generaciones, una familia.
La portada nos muestra una mujer joven, seria, triste, vestida de oscuro, una mujer que aguanta el tipo ante las circunstancias adversas y que a su vez mira el futuro de frente, una mujer capaz de tomar las riendas de su propia vida.
Nuestra protagonista es Phoebe, una mujer joven que ha enviudado de un buen hombre, por razones familiares asiste a la boda de su hermano y allí conoce al hombre que martirizo y maltrato a su difunto marido durante su infancia en el internado, West Ravenel (a quien conocemos como secundario en entregas anteriores”.
Phoebe no quiere ni verlo, le odia por lo que hizo pero a su vez y a medida que lo conoce siente una atracción irresistible por él.
West Ravenel ha cambiado mucho desde que lo conocimos, ya no es el borracho libertino que esperamos, ha madurado, tiene ideas claras y por ello sabe que Phoebe está fuera de su alcance y no solo por quien es o por ser la hija de… sino por su propio pasado, un hecho que le avergüenza y por ello pone distancia mostrando su peor cara y negándose a sí mismo sus propios sentimientos.
Poco le durará su fachada cuando Phoebe le pida ayuda, solo os diré que el romance está servido.
Adoro la pluma de la autora, la construcción de sus personajes y la creación de un mundo complejo novela tras novela, sus descripciones son capaces de transportarnos a una época y a un Londres diferente, encontrarnos secundarios de lujo y como juega con la ironía y nos ayuda a empatizar rápidamente con los personajes.
Vergara nos presenta una entrega que lo tiene todo y con un final al altura de las circunstancias.
Aquí os dejo sus primeras páginas.