Por Àngela Sánchez Vicente
Si ya sois unos enamorados de la literatura de Eshkol Nevo estáis de enhorabuena ya
que nos presenta una nueva historia muy sensible para disfrutar esta primavera.
Ya nos cautivó con “La simetría de los deseos” y “Los amores solitarios” y una vez más su pluma ágil y con ganas de plasmar aquello
que realmente nos hace humanos llega a nuestras manos gracias a la gran apuesta
de Duomo por las buenas letras de
este autor.
En todas sus obras se habla del ser humano y su
naturaleza ya sea ante un deseo o ante un amor siendo la esperanza y las ganas
la fuerza motriz que nos empuja a tirar hacia adelante y a pensar y valorar
como somos y quienes queremos llegar a ser.
Siguiendo su línea pero con un toque muy especial llega Los destinos invisibles, una novela
dulce envuelta de misterio y con las dosis perfectas de amor, reflexión y
vitalidad.
La acción arranca cuando Mani desaparece en algún lugar
de América Latina y su hijo en plena crisis familiar decide ir a investigar
donde está su padre y que ha podido pasar.
Coincidencias del destino cruzarán a Dori con Inbar, esta
chica huye de Berlín y de un hombre al que ya no ama.
¿Qué mejor que buscar a Mani juntos?
La búsqueda de Mani pondrá de manifiesto el significado
del amor que existe entre padres e hijos, siendo un vínculo puro e
incondicional que hace que sus corazones encuentren un sentido y una motivación
para ser cada día mejores.
Amor, culpa y una nueva ilusión hacen que Dori saque a
relucir lo mejor de él mismo y su ingenio y tenacidad le llevaran a descubrir
nuevos caminos.
¿Conseguirán encontrar a Mani? ¿Surgirá el amor entre
esta joven pareja que ya no cree en el amor?
Todas estas preguntas se dan respuesta en este libro que
parece un canto a la vida y al amor al ritmo de Cortázar y mails.
¿Os lo vais a perder? Aquí os dejo sus primeras páginas.
En la búsqueda de Mani conoceréis como nunca antes a Dori
e Inbar y su nuevo camino.