Parece ayer que empezábamos la saga de “Las siete
hermanas” con “La
historia de Maia”, poco después acompañamos a Ally en “La
hermana Tormenta” y ahora casi como en un susurro del tiempo nos
encontramos con La hermana sombra.
Lucinda Riley nos presenta a
Star (Astérope) una joven callada, retraída, tímida que se esconde en el
desparpajo de su hermana CeCe, juntas son una unión perfecta, siempre juntas y
tras la muerte de Pa Salt se trasladaran a vivir a Londres.
Star se encontrará por primera vez frente a una
encrucijada, tiene en sus manos la carta de su padre, una figura de un gatito,
el nombre de Flora MacNichol y la dirección de una librería, en su mano se
encuentra la respuesta de su pasado y quizás la llave de su futuro, pero es un
camino que deberá hacer sola.
Star ama la literatura, escribir ha sido en gran
medida su método preferido de comunicación pero pronto descubrirá que el mundo
está esperándola junto a esa librería.
Tras leer las dos primeras entregas pensé que en
esta tercera quizás la magia de la autora habría bajado de intensidad, pero si
soy sincera esta es de momento la que más me ha gustado, y digo de momento dado
que estoy casi segura que novela tras novela iré cambiando de opinión. Creo que
el bagaje que aportan las novelas anteriores y como nos muestran las diferencias
entre las hermanas dan un fondo muy sólido a la saga en conjunto, una visión
global que descubriremos al final.
Junto con la nueva vida de Star trabajando en la
librería descubriremos a Flora, una joven que vivió hace cien años y con quien
visitaremos un Londres Eduardino, junto a Alice Keppel quien fue la amante más
conocida de Eduardo VII.
Dos voces que se conjugaran en un canto al amor con
notas disonantes marcadas por lo que se espera de ellas. Ambas conocerán
alguien que las guiará en su vida y Star junto a Mouse, un joven muy especial,
descubrirá su relación con Flora.
La autora nos muestra unos personajes definidos y
aunque sus historias se intercalan en la novela no hay una voz que domine sobre
la otra, están equilibradas y cada una de ellas nos mostrará unos paisajes
maravillosos de Londres, Los Lagos y Kent, aunque los lectores nos enamoraremos
junto a las dos de High Weald.
Una historia con un final tierno, con giros
inesperados y más de una sorpresa.
Debolsillo tiene entre
manos una joya que como los huevos de Fabergé esconde una gran sorpresa, un
secreto a descubrir e invita a los lectores a coleccionarlas una a una.
Contaremos el tiempo hasta la próxima entrega donde
descubriremos la verdad de CeCe, aunque en el final de esta entrega encontrareis
una pequeña pista.
Creo que no se me ha escapado ningún secreto, pero
os invito a que conozcáis a Star y no hay mejor manera que leyendo las primeras
páginas de su historia. Solo, un último apunte, espero que os gusten los libros de
Beatrix Potter.