Hubo un tiempo en que huíamos.
Hubo un tiempo en que nos escondíamos de ellos.
Las cosas han cambiado. Hemos descubierto que podemos defendernos.
Pronto deberemos enfrentarnos a nuestros enemigos.
Pronto deberemos estar unidos para luchar.
Porque ahora ellos están furiosos.
Porque ahora nuestras vidas están amenazadas como no lo habían estado
nunca.
Deberemos luchar y deberemos ganar.
NO TENEMOS OTRA OPCIÓN.
Con esta sentencia, la Editorial
Molino nos presenta la segunda entrega de la saga Soy el número cuatro,
bajo el título de El poder de seis.
Continuamos la aventura viajando con John Smith (el número cuatro), Sam,
Seis y Bernie Kosar (el perro), y si antes solo debían huir y esconderse de los
Mogadarianos ahora han de huir también de la policía y del FBI, dado que tras
la destrucción del Instituto y las muertes que allí acontecieron los han
incluido en la lista de terroristas.
Tras recuperar el cofre de John, descubren donde se encuentra la número
seis, está esta en España, viviendo en un orfanato al cargo de unas monjas y su
cêpan Adelina ha perdido toda esperanza renunciando así a sus raíces y
abrazando los hábitos.
Para Marina, el convento de Santa Teresa es una cárcel, está esperando lo
poco que le falta para celebrar su dieciocho cumpleaños y abandonarlo. Es una
joven que se encuentra muy sola y que ha descubierto sus poderes aprendiendo de
los errores y viviendo una mentira constante, tiene la capacidad de la
telequinesis, visión nocturna, aguantar bajo el agua sin respirar y en esta
entrega se despertará un nuevo poder que será muy útil en el futuro de todos
ellos si consiguen reunirse.
En esta entrega podríamos hablar de tres historias que se van entrelazando,
la búsqueda de Marina, la aparición de un nuevo joven y las breves pinceladas
que nos va regalando el autor para completar la historia de Seis.
Nuestros protagonistas se separaran para completar un viaje que debería reunirlos,
aunque no todo será fácil, la acción trepidante se mantiene en parte gracias a
los Mogadorianos que parecen perros de caza y no desisten en su plan de
terminar con todos ellos, uno a uno.
Si no recordáis mucho la primera entrega o sinceramente solo habéis visto
la película, no os preocupéis, Pittacus
Lore, va recolocando las piezas de este nuevo puzle refrescando la memoria
del lector.
Su punto fuerte es la evolución de los personajes y como se contraponen
entre ellos, John mantiene la esperanza de regresar con su amor, Seis es una
luchadora nata y Marina se unirá a ellos para dar equilibrio.
El final, es un poco precipitado, pero al ser una saga se podría considerar
un contra-tempo para entrar con ganas en la siguiente entrega.