dilluns, 1 de febrer del 2016

Madrid: frontera



Por Ángela Sánchez Vicente


¿Os apetece una historia distópica, diferente y extraordinaria?

En Madrid: frontera descubriréis un mundo espeluznante creado por la mente fantástica de David Llorente.

Gracias a su prosa ágil, amena y directa nos lleva de lleno a un Madrid rodeado de playa, no es ni ayer ni hoy ni mañana, es un Madrid que podría ser. 

Un Madrid hostil en que sus habitantes han perdido todo y sobretodo se han perdido a sí mismos en una crisis humana que les lleva a sobrevivir buscando la luz y la esperanza donde no la hay.

¿Estamos tan alejados de la fantasía que nos presenta?

Obviamente Madrid no es una isla pero como en toda buena distopia en que lo fantástico se baraja con la realidad mostrando otro prisma hay personajes, actitudes y situaciones que nos llevaran a desarrollar nuestro sentido más crítico y a auto examinarnos detenidamente.

Gente sin voz o que simplemente no les quieren oír, el peso de la injusticia palpitando en nuestras entrañas, la negativa de una realidad plausible, no saber en quien confiar e incluso desdibujarte a ti mismo y no reconocerte al cien por cien.

¿No os suena a rabiosa actualidad?

Creo que esta obra no se podía haber editado en un mejor momento porque sabemos que es fantasía y un Madrid totalmente imaginado y detallado por el autor pero en las entretelas nos podemos ver retratados en muchos momentos.

Desde el espíritu crítico se nos plantea una novela catastrofista, una historia en que no sabemos a quién pertenecemos ni tan siquiera que rumbo tiene el día a día.

¿Qué podemos esperar si no esperamos nada?

Esta obra es maravillosa y te mantiene en vilo hasta la última página en un vaivén constante de emociones y de personajes que visten esta novela de colores oscuros y con una profundidad eterna.

Gracias a Alrevés viviremos por un tiempo en una tierra hostil, desconocida y con costumbres nuevas dadas las condiciones en las que se encuentran los personajes. 

Una novela electrizante, sacudidora de consciencias, llena de verdad vestida de fantasía y relatada con la maestría que caracteriza al autor.

No recuerdo haber leído una distopia que me enganchara tanto desde los grandes clásicos como Huxley o Wells por mencionar a algunos y creo encarecidamente que es una muy buena propuesta para este invierno que parece no acabar.

No os desvelo casi nada porque lo mejor es que lo descubráis en primera persona.

¡Venga, animaros al viaje!