Titania en su colección Fresh!
Nos presenta una historia de superación, de corazones rotos, donde se demuestra
que aunque la soledad y el empezar de cero de vértigo, hay que arriesgarse no
solo para conocerse a uno mismo, sino para poder conocer realmente a los demás.
Cada uno somos dueños de nuestro propio destino, pero debemos empezar el camino
en algún punto de nuestra vida por nosotros mismos y aprender a valernos para
cuando nos veamos reflejados en un espejo podernos reconocer como la mejor
versión de nosotros mismos y no ser un reflejo de lo que los demás esperan que
seamos.
“Porque vivir es como
nadar en el mar. La gente puede darte la mano y mantenerte a flote, que parezca
que no te hundes, pero con el tiempo te conviertes en un lastre demasiado
pesado y si te sueltan, si tú no mueves los pies y nadas, te ahogas.”
En Saltaré las olas, nuestra protagonista Imogen Murphy es una joven
enfermera que ha vivido según su pareja, con una gran dependencia, ahora él ya
no está y su gran familia numerosa no cree que sea capaz de seguir adelante sin
su guía.
Es en este momento cuando nuestra
protagonista con un pequeño empujón de su amiga Ava decide romper con su pasado
y descubrirse a sí misma. Imogen viajará hasta Howth, Irlanda, donde se hospedará
en una preciosa casa alquilada y trabajará en una residencia como enfermera.
Lo que no sabe, es que compartirá la
casa con su propietario Liam O’Shea, un joven con mirada triste y que ha
regresado a su hogar tras cinco años con un alma quebrada y atormentada.
Dos personajes que emprenden un
viaje existencial duro y solitario hasta que sus caminos se van entrecruzando
llevándoles a unir fuerzas y corazones, quizás sea difícil curar un corazón
roto, pero a veces de dos rotos se puede construir uno de nuevo.
Casi no coinciden en casa, sus
horarios son totalmente diferentes y se comunican dejándose notas por la casa,
una relación que irá floreciendo poco a poco hasta llegar al punto de desnudar
sus almas.
Elena Castillo es una autora capaz de tocar el alma, tal y como nos
demostró en su anterior novela “La probabilidad del unicornio”, ahora nos
presenta una novela sensible, sencilla y rica en descripciones gracias a las
cuales podréis sentir el aroma del mar, gozar de las vistas del acantilado y
hacer nuevos y maravillosos amigos como Rose, Moira y el Sr. Owen, unos
personajes secundarios de lujo.
Una novela reflexiva, para corazones
valientes y con una asombrosa capacidad para crear una gran complicidad con el
lector, estamos frente a una historia dulce y tierna, con pasados difíciles
pero con una gran capacidad para evolucionar y enfrentarse al mundo con una
nueva perspectiva.
Al terminar la novela, os recomiendo
que hagáis como nuestra protagonista, una lista de nuevas experiencias, de
nuevas cosas que queráis hacer o vivir y pongáis vuestro corazón en ello.
Aquí os dejo un billete a Howth.
Recordad que lo importante no es solo el destino, sino el camino que nos
llevará a él.