diumenge, 25 de maig del 2014
La piedra de fuego
Glenn
Cooper no defrauda ni desilusiona a sus más fervientes seguidores, tras grandes
historias como “La biblioteca de los muertos”, “El libro de las almas”, “El fin de los escribas” y “La llave del destino”, ahora nos invita a viajar por la
historia de la mano de Arthur Malory, un apasionado por las aventuras artúricas
y el misterio del Santo Grial.
En La piedra de
fuego recorreremos la historia desde Jerusalén en el año 33 D.C donde todo
comenzó a nuestros días y afortunadamente puedo decir a mi ciudad Barcelona,
donde la verdad verá la luz y quizás abra una puerta al pasado y a la verdad.
La Oxford Union o los conocidos como los locos del Grial
son un grupo de estudiosos y catedráticos en diversas materias que estudian la
historia e intentan descubrir el secreto de la ubicación del Santo Grial.
Tanto se van acercando a la verdad que las sombras
alargadas y guionizadas por la mano del doctor Jeremy Harp van sesgando la vida
a más de uno de ellos.
Parece que la historia va ligada a la genealogía de
Arthur, el cual, descubrió su amor por la historia de la mano de un antepasado
suyo Thomas Malory que escribió en el siglo XV “La muerte de Arturo”,
¿Ficción?, ¿Realidad? ¿Existió realmente el Rey Arturo? ¿Existe el Santo Grial?
¿Qué importancia puede tener el hecho de tener un par de costillas de más?
Estas son solo algunas de las preguntas que el lector
desentrañara cuando se introduzca página a página en una de las más
apasionantes aventuras de la humanidad.
Viajaremos a través de la historia desde Jerusalén, a
Britania, Normandía, Inglaterra y Barcelona.
Descubriremos que para hallar el tesoro mejor guardado de
la historia se ha de ser virtuoso, con una fina inteligencia y de corazón puro,
además de tener parentesco con alguien muy especial y la capacidad de encontrar
una pista escondida en la famosa Excalibur, aunque en temas más mundanos sea un
poco corto de vista.
La prosa de Glenn Cooper cautiva desde la primera línea,
sabe cómo atrapar y seducir al lector para embarcarlo en una cruzada hacia la
verdad, su lectura es tan amena que pasa en un suspiro, sus páginas son como
hojas de calendario que marcan el ritmo de la historia y sabe hilvanar a la
perfección los hechos históricos con los relatos novelados.
Sus personajes tienen alma, buena o mala, son profundos y
se hacen próximos al lector.
Lo que me ha hecho mucha ilusión es ver mi ciudad con los
ojos de un extranjero, como describe las montañas de Montserrat, el Parc Güell
y la Sagrada Familia, con su visión me he dado cuenta, como el muy bien dice en
la novela, que para ver un Picasso hay que ir a un museo, para ver un Gaudí
solo hay que salir a la calle.
No esperéis más para descubrir como Gaudí entra en su
historia y en la del Santo Grial, un objeto cálido y sencillo que evoca poder y
codicia en los hombres.
Somos afortunados de que Grijalbo nos acerque las obras de este autor sin olvidarse de
ninguna.
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