Por Àngela Sánchez Vicente
Una
novela que huele a las más exóticas fragancias de jardines lejanos
entremezclados con la frescura y el aroma clásico de los bouquetes de todo un linaje.
La firma de todas las
cosas es el encuentro
entre las certezas científicas y las certezas indemostrables de la vida.
Aquello seguro y aquello que necesita de un acto de fe para que se convierta en
una verdad.
Nuestra
nueva amiga, Alma Whittaker vive en Filadelfia con sus padres, su padre es un
reconocido explorador botánico y su madre, a pesar del papel social de las
mujeres en el siglo XIX, es una mujer estricta y que sabe tanto de botánica
como el hombre más instruido.
La
vida de Alma gira y empieza a cuestionarse la realidad y la veracidad de la
cosas cuando conoce a su amado. Pasa de ser una mujer con un carácter muy
científico que la lleva a comprobar el cómo y el porqué de todas las cosas a
ser una mujer que, influenciada por él, se adentra en el mundo de lo invisible,
lo mágico y lo espiritual.
Un
camino en que se complementan y un enriquecimiento constante en que el mundo de
uno impregna poco a poco al del otro y al mismo ritmo que sus corazones
empiezan a latir en una misma dirección.
Su
amor crece a través de una vuelta al mundo donde se nos describirán parajes
sorprendentes como Londres, Perú, Tahití y un larguísimo etcétera.
Alma
llega a conocer a tanta gente, tantas culturas diferentes y tantas maneras de
comprender el mundo y la vida que se alzará como una mujer de la Ilustración,
un desafío a la era moderna.
Elizabeth Gilbert describe un marco de fondo
minuciosamente bello, unos personajes construidos con mimo y detenimiento con
una psique que va evolucionando en el devenir de los capítulos. Su prosa es
música para los oídos dado que parece elegir las palabras con sutileza como un
perfumista elige los aromas que confeccionaran un perfume con un sentido,
significado y significante únicos.
Una
novela de constantes contrastes que entremezclan la ciencia y la fe poniéndolos
en un dialogo permanente. Un viaje al interior de Alma que crecerá sin
prejuicios y se abastecerá de su alrededor para conformar su mundo y su todo.
Quizás
solo necesitaba que alguien la despertara, le abriera los ojos y le mostrara el
mundo a través de otros colores y otros olores.
SUMA de Letras apuesta de nuevo por una novela que
nos despierta miles de emociones y que no deja indiferente para nada, al
perderse en sus páginas uno descubre la importancia de una vocación, de un
linaje y del seguimiento de un sueño a la vez de como un nuevo punto de vista o
una nueva visión puede cambiar nuestro mundo y transformar todo lo que nos
rodea.
Un
libro vitalista, que alienta a vivir nuevas experiencias sin desligarse de la
tradición, un canto al amor ya sea por una profesión, un linaje o un nuevo
amor.
Son
las pequeñas cosas las que cambian y matizan nuestra cotidianidad.
Muy
recomendable para los amantes de las buenas novelas, para leer acompañado de un
buen té aromático con toques de menta.
Una
historia que al descubrirla se os clavara en el alma y se tatuara en vuestra
piel.
Dejaros embriagar por esta obra y permitiros dudar de las cosas que os
rodean. Desnudad vuestra mirada, derribad los muros que os aíslan y dejad que
caigan las vendas. Liberaos de prejuicios y aprended allá donde estéis.