Robert Harris, uno de los maestros de la
novela histórica que retoma la ambientación de la Alemania Nazi con la que ya
nos atrapo en “Patria” publicada en 1992. Casi veinticinco años después nos
veremos de nuevo inmersos en un conflicto político, egos desmesurados y algún
que otro personaje ficcionado.
Debolsillo nos presenta su última novela Múnich la cual nos llevará a finales de
septiembre de 1938 con un Hitler envalentonado dispuesto a conquistar
Checoslovaquia, hecho que presagia una guerra en ciernes.
Ante este hecho
y las palabras de Hitler, el primer ministro inglés Neville Chamberlain
intentará hacer todo lo que sea necesario para evitar el desastre. Así es como
Chamberlain se desplaza a Munich en busca de la paz en Europa con la intención
de crear acuerdos y creer en mentiras.
El acuerdo de
Múnich se produjo en un contexto de ultimátum de líderes sedientos de poder,
negociaciones inverosímiles y una conspiración para derrocar a Hitler con un
plan directo de un drama de espionaje, aunque este hecho se supo más tarde.
Esta es la
parte de la novela que se basa en hechos históricos y que el autor le da su
propia forma con su prosa pulcra y definida, sus descripciones detalladas y un
marco histórico muy bien definido y contrastado.
Llega a dar
escalofríos las imágenes repletas de esvásticas, la fuerza militar alemana, la
Gestapo y su contrapunto con la sociedad civil. Me atrapo en sus primeras
páginas cuando nos presenta la imagen de una máscara de gas para un niño en el
mismo corazón de Londres.
A la historia real
le añade el punto de ficción con dos personajes propios, el primero de ellos es
Hugh Legat, quien trabaja para el primer ministro británico y Paul Hartman
miembro del Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania y que trabaja para la
resistencia anti Hitler.
Dos personajes
que tienen una historia común dado que
estudiaron juntos en Oxford aunque no han mantenido el contacto por razones
obvias. Es en este punto en que dos hombres a la sombra deberán conspirar
contra la política para detener una atrocidad.
Alrededor de
estos dos personajes se creará una gran trama de espionaje que atrapará al
lector, un thriller en toda regla que queda reducido en la novela a cuatro días
que cambiaron el mundo. Mientras que la parte política es rigurosa y marcada,
la subtrama de estos dos personajes no es muy diplomática.
La verdadera
historia y su trasfondo nos llegan a través de estos dos personajes que jugaran
contra reloj. Una novela para todo amante de la historia, el espionaje y los
secretos.