Por Galatea B.
En menos de un mes hemos podido saborear las mieles del
éxito de la dama americana de los best-sellers femeninos.
Nos encantó el título Una gran chica donde se nos presentaban a dos hermanas que de tan
diferentes llegaban a ser idénticas, en este caso, con Lazos de familia, recuperamos la esencia y madurez narrativa de las
mejores épocas de Danielle Steel.
Mujeres de tacón alto y sobretodo frente alta, nos
muestran historias de superación, amor y entrega en la que todas nosotras nos
vemos reflejadas o podemos entrever a alguien de nuestro entorno.
Mujeres con una gran complejidad emocional que se
desenvuelven por su contexto con una fluidez y un estallido de vida que dan
alas a los lectores y dotan de una gran vivacidad y frescura sus nuevas
producciones.
Cada vez nos sorprende con algún entresijo nuevo pero en
el libro que os presentamos es como un viaje al pasado y podemos ver raíces de
“Zoya”, “Álbum de familia” o “Hermanas”, esos grandes clásicos que mostraban el
sello identitario de Steel.
La nueva protagonista es Annie, una mujer entregada al
cuidado de sus tres sobrinos improvisando una vida familiar lo más confortable
posible y ofreciéndoles la estabilidad y el norte que necesitan en estos duros
momentos.
¿Y su vida? ¿Y sus aclamadas fiestas? Annie se ve tan
entregada en la misión de ver crecer en la felicidad a sus nuevos “hijos” que
deja todo su mundo atrás y toda su vida social y sentimental en stand by.
Años después y con la madurez de los chicos, se encuentra
llena, con ese sentimiento del deber cumplido y amada y respetada por sus
protegidos: Liz es editora de la revista Vogue, Ted estudia Derecho y Kate se
prepara para ser una gran diseñadora internacional.
Tanta felicidad la colma pero no puede ser feliz
solamente a través de la felicidad de los otros y las preguntas del ser humano
junto al síndrome del nido vacío la hacen caer en una espiral de tristeza que
parece imparable.
Parece imparable hasta que de una desgracia sacará lo
mejor. Acude a urgencias pues se lastima un tobillo y ahí está él, Tom, con un
aura esplendida y un brazo fracturado y dispuesto a entregarlo todo a esa mujer
valiente que acaba de conocer.
¿El amor verdadero se encuentra a una edad determinada?
¿Puede ser tarde para el amor? ¿Qué pasará con Tom? ¿Será lo que Annie buscaba
sin pretenderlo?
Solo leyendo esta maravillosa novela que nos ofrece Plaza & Janés descubriréis el
desarrollo de un amor maduro, tranquilo, pausado y lleno de paz. Un amor
positivo que salvara a dos soledades de sus naufragios personales.
Una protagonista sacrificada que, al final, encontrará su
premio. ¿Karma? Puede ser, todo lo que ella ha sembrado es hora de ir a
recogerlo. Ha regalado amor a raudales y recibirá la estabilidad que necesita.
Id a su encuentro, os lo recomiendo.