dijous, 18 d’abril del 2019

El chico del calendario


Durante el año pasado acompañamos a Candela Ríos en la búsqueda del chico del calendario en su serie “Los chicos del calendario”.  En su primera entrega vivimos un “Enero" intenso, después llego “Febrero, marzo y abril”, “Mayo, junio y julio”, “Agosto, septiembre y octubre” y “Noviembre y diciembre” donde descubrimos el hombre en teoría más perfecto de España.

Hoy en El chico del calendario nos presenta la vida del ganador a partir de ese momento, un ganador relativo ya que si gano el concurso pero perdió a la chica.  Para aquellos que no hayáis leído la saga este volumen se puede leer de manera individual dado que a los protagonistas anteriores se les da un papel secundario.

Víctor, nuestro leñador acepta el trabajo que le ofrecían en Estados Unidos pero nada le sale a derechas, todo cambia muy deprisa y acaba trabajando en Nueva York y tras lo que llaman un incidente acabará compartiendo piso con Jimena, un personaje que ya conocemos, una gran repostera que siempre ha estado enamorada de Víctor y que en su momento intento  conquistarlo sin éxito.

Víctor es nuestro narrador y descubriremos lo que siente y todas las vueltas que le da a ello, es demasiado analítico y lo que necesita es saltar al vacío y confiar en que sus hechos puedan ser la mejor demostración de sus sentimientos.

Jimena llega con una pesada maleta cargada de problemas familiares y una coraza en el corazón y aunque para ella Víctor es especial no quiere dar el paso.

Ambos se niegan a sentir lo que sienten, ambos están perdidos en sí mismos y necesitan verse reflejados en los ojos del otro para liberarse.

Para aquellos que os lo preguntéis Cande se va a casar con quien ya sabéis y le pide a Víctor que sea su padrino y le deje escribir su historia, un hecho que aviva los recuerdos y grilletes de su vida pasada.

La prosa es bastante dinámica, la trama tiene sus altos y bajos, sus momentos irónicos y aquellos que nos hacen sentir y reflexionar, es una novela corta, un spin-off de lo que fue la serie.

Personalmente no me ha acabado de atrapar dado que cuando leí la serie el hilo conductor era muy original y esa parte se ha diluido en una historia romántica entre dos corazones predestinados a quererse. Supongo que muchos preferiríamos leer sobre Candela y quien le robo el corazón (no digo quien por si alguien aún no ha leído la serie) o un spin-off de todos ellos.

Titania nos presenta un volumen que complementa a “Los chicos del calendario” y aunque hay voces que lo consideran innecesario quizás sea la manera de reencontrarnos con Candela y su amor por las letras, quizás los otros chicos del calendario aparezcan en su boda y nos lo cuenten.