Por Ángela Sánchez Vicente
Os presentamos la novela Animales domésticos y os podemos adelantar que es una profunda
reflexión sobre el amor y las diferentes caras que este puede mostrar.
Si queréis conocer a nuestra protagonista llamada Abigail
os daréis cuenta que Todas las historias
de amor son peligrosas dado que la medida del dolor es el amor y parece que
los humanos, a veces, a cuanto más amor más dolor generamos.
Sólo quien nos quiere nos puede lastimar y parece que
Fernando ha estrujado el corazón de Abigail.
Ella, en cuanto él se marcha de viaje descubre que la
finalidad de éste es encontrarse con Orquídea Negra y en su búsqueda de la
verdad descubrirá mails, mensajes, chats… Descubrirá un mundo que la
sobrepasará y de algún modo la desquiciará.
Ni la muerte la puede frenar.
Se adentrará en el mundo más típico del thriller a la vez
que nos invita a reflexionar sobre el amor y su cara más perversa por ambos
lados de la pareja.
El amor tradicional ha caído en el olvido y aunque esta
novela no está ambientada en la era de los smartphones y las aplicaciones de
ligoteo sí que nos descubre las triquiñuelas de la infidelidad.
Bajará a los infiernos y se codeará con gente que le
mostraran giros inesperados que nos sorprenderán a todos y mantendrán nuestra
lectura en vilo.
Es muy peligrosa la pregunta típica que anuncia lo que
llegarías a hacer por amor, y si por amor acabas transformándote y no te
reconoces.
La pluma de Teresa
Viejo es arriesgada y crea una novela que es adictiva y de alto voltaje.
Intriga, dudas y sexo en un debate que parece no tener un fin para Abigail.
¿Descubrirá quién es Orquídea Negra? ¿A qué nos referimos
cuando decimos que “la muerte no la frena”?
Miles de interrogantes que podréis descubrir en esta
historia que nos ofrece Ediciones B en
la apuesta por una novela diferente basada en la cara oculta del amor y en todo
aquello que no queremos ni ver ni nombrar.
¿Llegaremos a entender a Abigail?
Sólo leyendo este libro lo descubriréis.
Venga, os espera en las librerías para poder investigar
juntos.
Es una cita que no podéis eludir.
