He caído bajo
el embrujo de Christine Feehan a
quien descubrí gracias a “La guarida del león”, una novela que me encanto al
combinar una historia con el cuento de la bella y la bestia, me resulto un
cóctel bien servido y al punto de picante.
Tras leer Sangre Oscura me he dado cuenta que me
estaba perdiendo algo, la novela no tenía una introducción clara al estilo os
presento los personajes y empezamos, todo al contrario su pluma como si de una
llama se tratara arrasa página a página mostrando un mundo donde conviven
Licántropos, Carpatianos, Humanos, Magos y Jaguares. Pero claro, a quien se le
ocurre empezar una saga por la mitad. Culpa mía.
Creo que se
puede leer perfectamente de manera independiente, pero el problema es que si os
gusta querréis leer las entregas anteriores “Licántropo oscuro” y “Lobo oscuro”
(títulos que encontrareis en Titania)
y entonces tendréis una saturación de spoilers. Y os aseguro que os gustará.
Al principio me
ha costado coger un poco el ritmo, pero tras pasar el primer capítulo y dado
que los protagonistas, todo y ser una novela coral, quedaban muy definidos y
ellos mismos explican su historia y su pasado he tardado un suspiro en
leerlo.
Ellos dos, el
formidable Zed Hunter, un asesino de sangre oscura, parte licántropo y parte
Carpatiano y la increíble Branislaba, Branka, cazadora de dragones quienes verán
sus espíritus y sus destinos ligados hasta la eternidad a la vez que deberán
hacer frente a uno de los magos más terribles, malvados, crueles y poderosos
que existen en la Tierra.
No se trata
solo de una lucha del bien contra el mal, trata sobre la amistad, el amor, la
familia elegida y sobre la confianza. Esta novela es mucho más de lo que a
simple vista presenta, entre líneas descubriréis verdades que se pueden aplicar
a nuestra sociedad.
Dicen que la
curiosidad mató al gato y en este caso va a crear un agujero en mi bolsillo,
tras buscar en la página de Titania
y su línea azul, he descubierto que este es el título número veintiséis de la
Saga Oscuro, una saga que me ha recordado mucho al estilo de Sherrilyn Kenyon,
donde seres sobrenaturales conviven en la actualidad con los humanos y los
protegen de su destrucción a manos del mal.
El mundo
sobrenatural tiene sus propias reglas, su lenguaje y sus técnicas de lucha, la
jerarquía marca un punto de inflexión pero cuando la magia entra en escena la
novela coge un aire frio que deja al lector clavado a la silla y le mantiene
atento a los giros de los acontecimientos.
Mágicas
atmósferas y escenas cargadas de sensualidad se combinan en una de las sagas de
mayor éxito de ventas.
Se agradece
mucho que al principio de la novela haya un árbol genealógico de sus
protagonistas, del mismo modo que al final del mismo encontramos un apéndice
para comprender los canticos carpatianos de sanación y otro sobre la lengua
carpatiana.
Una saga
apasionante a la que voy a seguir de cerca, el latido de la tierra llama a
todos aquellos que son seducidos por el fuego y el hielo.