Hoy estamos muy contentos y agradecidos por las novelas
de Pierre Lemaitre que se despide de
su tetralogía protagonizada por Camille Verhoeven por todo lo alto.
De esta saga o colección nos ha enamorado todo; desde la
simpleza y fuerza de los títulos que siempre se corresponden con el motivo de
la novela o la austeridad cromática de la portada que nos ayuda a llegar al
sentimiento de rabia e introspección de nuestro protagonista a la vez que dan
la bienvenida a una novela negra de lo más elegante.
La pluma audaz del autor ha enamorado a medio mundo y no
es de extrañar para nada pues la trama general como la de cada volumen nos
encierra en un bucle de intriga sin precedentes y una investigación excepcional
por un protagonista que entremezcla su personalidad profesional con los
sentimientos más humanos y personales.
En esta última entrega titulada Camille nos habla más de él y podemos ver cómo se cierra un ciclo y
el personaje se ha ido sobrescribiendo y perfilando hasta llegar a un realismo
que nos deja totalmente asombrados.
En esta entrega le darán en donde más le duele. Su amada
Anne será víctima de un violento atraco en una joyería de los Campos Elíseos y
él no quedará impasible.
Quizás ella ha tenido bastante con sobrevivir a los
disparos y a un coctel de emociones explosivo y se siente la mujer más
protegida a su lado pero para él este caso no ha hecho nada más que empezar.
Primero tendrá que saber a quién se enfrenta y los
motivos del asalto a Anne para poder sacarle la máscara y dormir tranquilo.
Poco os desvelaremos pues si ya le conocéis de sus
novelas Irène, Alex, y Rosy & John sabréis que actúa por impulsos y le
importa poco saltarse los límites de la ley. Para él solo sirve atrapar al
delincuente cueste lo cueste y pese a quien pese.
De la mano de Debolsillo
podemos disfrutar de este grandísimo personaje al que muchos ya comparan
con Maigret o con Poirot.
Os recomendamos su lectura de manera encarecida pues
aunque no somos de llevarnos por la corriente de best-sellers con mucho
márquetin detrás y poca cosa que contar este es la excepción que confirma la
regla.
Fresco, dinámico, elegante, tradicional… creo que el
fruto de su éxito nace en que es una buena novela negra con una majestuosa
prosa que el público echaba en falta desde hace mucho tiempo.
Creednos, vale la pena leerlos.