Por Ángela Sánchez Vicente
Hoy
os presento una novela que desprende un olor floral sin igual y un aliento de
una nueva vida que no tiene precedentes.
Si,
después del resacón de fiestas navideñas os recomendamos la dulce y vital
lectura de la novela No me dejes, el
último éxito editorial de Màxim Huerta.
Realmente
este chico se ha ganado un lugar de oro en las estanterías de todas las
librerías a la vez que cosecha buenas críticas y sus presentaciones y firmas de
libros se multiplican. Sus lectores fieles sabemos que encontraremos una novela
de calidad, renovadora, llena de esperanza y con un telón de fondo
inconfundible.
Se
dice que esas cosas que se hacen con amor son aquellas que salen bien y es
notorio que el autor más allá de su faceta televisiva es un grandísimo escritor
y amante de las letras.
Sus
incontables viajes y su gran humanidad nos llevan a vivir escenas perfectas
ubicadas en la ciudad de la luz con unos personajes que enseguida nos tocan el
corazón.
Esta
vez acompañaremos a Mercedes y a Tilde a una caída a los infiernos y a un
resurgir cual ave fénix acompañadas y guiadas por el huracán Violeta.
Ellas
se refugian en su lugar favorito, en la bella floristería “L’Étoile Manaquante”
regentada por el señor Dominique, un hombre derrotado por la vida pero que
aprendió de sus flores que aún sin agua son capaces de vivir y mostrar su
belleza.
¿Qué
aprenderán nuestras compañeras de viaje?
Mercedes
fue abandonada por su marido y Tilde cree que no es capaz de encontrar a
alguien que le quiera… ¿Será cierto? ¿No hay nadie que pueda ver la inmensa luz
que irradian?
El
valor de la amistad y la incondicionalidad cobra mucha fuerza con la llegada de
Violeta, en una madrileña que huye de su amor. ¿Podrán las tres juntas
encontrar el bienestar y una situación sentimental que las llene y ahogue sus
soledades?
No
os desvelaré mucho (por no decir nada) ya que es una novela tan detallista, tan
simbólica y que nos invita tanto a la reflexión sobre nosotros mismos que se
convierte en un esencial y no os quiero “chafar” ninguna sorpresa.
Pero
pensemos en los grandes éxitos del autor: “El susurro de la caracola”, “Una tienda en París”… todas ella tienen en común ese halo que nos deja cuando
acabamos la lectura.
De
la mano de Espasa podemos disfrutar
de una novela de la que solo se pueden decir adjetivos calificativos en
positivo y como ya os dije el año pasado espero que este no sea el último libro
de Màxim, ya que como el dicho popular “uno al año no hace daño”, más bien todo
lo contrario, sus novelas son curativas para el alma.