Hoy empiezo avisando que escriba lo que escriba me voy a quedar muy corta, si por mí fuera solo os diría “Leedla” pero no sería justo para la autora, Mónica Gutiérrez, quien presento esta novela de manera auto publicada y que nos llega de la mano de B de bolsillo.
La librería del señor Livingstone es una novela donde me gustaría perderme, ser uno de sus clientes habituales, pasearme por sus pasillos y descubrir nuevas joyas que aún no he leído.
Esta vez lo que me atrajo hacia su lectura no fue su portada, donde una joven protegida por un paraguas rojo se encamina hacia un faro de luz, una librería que parece estar llamándola bajo un cielo nocturno estrellado.
Lo que realmente me atrajo fue su título, a todos los amantes de los libros y de las historias que se esconden en ellos nos seducen las librerías, esos lugares que en cuanto pones un pie en ellos son como un remanso de paz y tranquilidad, como si cientos de amigos te saludaran y otros desconocidos tienen ganas de dejar de serlo y nos invitan a conocer su historia, así que quise conocer la Moonlight Books y a su propietario.
Nuestra protagonista es una joven arqueóloga catalana que decide dar un giro a su vida, es una mujer joven perdida en el mundo y está buscando su lugar en él, así que se marcha a Londres en busca de trabajo pero de momento este le es esquivo, un día mientras pasea por el barrio del Temple la sorprende una lluvia intensa y se refugia en una librería, la Moonlight Books.
Allí conocerá al Señor Livingstone, un hombre que se muestra cascarrabias y un poco gruñón aunque en realidad es absolutamente adorable, es inteligente, agudo, muy observador y un librero muy especial.
Mientras toman un té, el señor Livingstone decide contratarla como ayudante, ve en ella algo especial y así es como el lector entrará a formar parte de una clientela de lo más variopinta.
No voy a negar que un romance entre sus páginas me encanta pero creo que llega a quedar en un segundo plano ante la sencilla complejidad que nos presenta la autora. Solo os diré que Agnes encontrará ante sí un mundo realmente nuevo a partir de la desaparición de un libro y la entrada en escena de John Lockwood, inspector de policía.
Creo que ya he dicho más de la cuenta, quiero mencionar la prosa de la autora y su manera de crear una fluida trama donde el lector encuentra refugio, un momento de relax y tranquilidad. De manera ágil nos cuenta su historia con una ambientación en un Londres impresionante sin olvidarnos de sus referencias literarias como a Shakespeare o a Lewis Carroll.
Me gustaría terminar con las últimas líneas de su contraportada: “ Una historia para todos aquellos que han sentido alguna vez que la literatura les salvaba”.
No os la perdáis.