Ya ha arrancado la BCNegra, una
semana de crímenes de tinta y papel y hoy tenemos una cita con la mesa redonda
"Port Salander", que contará con la participación de Maribel Medina, autora de Sangre entre la hierba en la Biblioteca
Jaume Fuster.
Esta es una de aquellas raras
ocasiones en las que desearía haber hecho caso a quien en su momento me
recomendó leer “Sangre de barro” y más tarde “Sangre intocable” pero no me he
podido resistir a leer el final de la Trilogía Sangre que nos presenta Maeva en su colección Noir.
Desde ya me comprometo a leerlas,
sé que al leer solo la última entrega me he perdido algún detalle o matiz en la
evolución psicológica de los personajes y su relación personal, pero al ser una
trama cerrada y el hecho de que la autora nos los presenta de manera muy
completa no he tenido ningún problema en disfrutarla como una gran historia
negra, dura, impactante pero que deja un buen sabor al final, es como un bombón
de chocolate negro amargo, una vez le coges el gusto cuesta dejar de pecar.
En esta novela nos encontraremos
con dos tramas diferentes que convergerán en un punto de no retorno.
El tándem formado por Thomas
Connors, un agente de la Interpol que prefiere vivir con su familia y estar
retirado de la acción y Laura Terraux, una gran investigadora forense que se
estrena como madre soltera y no lo lleva nada bien.
Todo empieza cuando Thomas recibe
la llamada de la mujer de George, un gran amigo de la DEA, este ha sido
secuestrado en Perú lo único que piden a cambio es a una mujer, Dolores y así
es como empezará el periplo en su búsqueda, aunque a él no tardará en unirse
Laura.
Allí descubrirán más de lo que
querían y deberían saber, trata de mujeres, prostitución, tráfico de órganos, drogas,
asesinatos, mafias… Todo aderezado por una pluma muy afilada, con una prosa
directa y pulcra que nos va dejando pequeñas pistas para ir atando cabos, lo
que no me esperaba como lector son unos giros argumentales inesperados
brillantes demostrando que no todos son quienes dicen ser, que quizás la
esperanza es una arma de doble filo y que ser una superviviente a veces no es
suficiente.
Esta historia me ha atrapado, la
trama marcada por la investigación es muy dinámica y mantiene un tempo rápido,
la tensión sexual y romántica entre los protagonistas crea un tira y afloja
entre ellos llevándonos a ser sus cómplices y facilita mucho a empatizar con
ellos.
Los muestra muy humanos, con
dudas normales como las de una madre primeriza, las de un padre que sufre por
la distancia y a su vez una faceta como hijo que emociona para bien y no tan
bien. Son muy reales, solidos bien construidos y definidos, sin olvidarnos de
los secundarios que les dan el respaldo necesario para llevar a cabo su misión.
Una novela que apunta
directamente a una sociedad mortecina que subsiste entre lo malo de lo peor,
una crítica social que se puede extrapolar a un mundo caótico donde el dinero y
el poder casi todo lo pueden.
Una nueva voz en mi lado más
oscuro que pienso descubrir en profundidad.
La autora con su relato quiere
recordar un caso real abierto desde hace dieciséis años cuando desapareció
Marita Verón y a día de hoy su madre la sigue buscando.
Una oda a las que ya no tienen
voz porque están anuladas y sólo queda de ellas lo que les permiten ser,
víctimas de los demás, de la vergüenza y de la culpabilidad.