Hoy me puedo resarcir con Noe Casado,
autora que me dejo sin palabras, y nunca mejor dicho, al final de Sin reservas, una historia de amor con
mucho desamor que llega a su desenlace con Sin
palabras de la mano de Esencia.
Nos reencontramos con Bea, nuestra joven madre soltera, chef de
restaurante, amiga de sus amigos y una sufridora de corazón. Su romance con Max
ha terminado y ella y su familia cogen las maletas y dejan Barcelona.
Allí Bea hace de tripas corazón de cara al mundo, pero por las noches no le
quedan más lagrimas que derramar, su corazón roto no consigue sanar.
Pero… su vida volverá a cruzarse con Max y las chispas de emoción, anhelo y
amor resurgen cual ave Fénix de sus cenizas provocando un incendio arrasador
que intenta llevárselo todo por el camino.
Esta segunda parte es más compacta que la anterior, los escollos entre
nuestros personajes se multiplican, nos reencontraremos con la odiosa Victoria,
pero también reaparecerán fantasmas del pasado decididos a quedarse en la vida
de Bea y del pequeño Félix y para añadirle una guinda al pastel, el nuevo jefe
de Bea es un cañón de portada.
No nos podemos olvidar del maravillosos personaje de Beto, el amigo gay de
Bea y cotilla número uno del mundo mundial, es el aporte de frescura y picaresca
con toques de ironía que encandilará a las lectoras.
La autora continua con la línea argumental, mostrando las dificultades de
los personajes jóvenes para trabajar y vivir de manera autónoma en nuestros
días, puntualizando que el trabajo de Max hasta el momento era, como decirlo
suavemente, un poco peculiar.
Las dudas y las inseguridades reaparecen, este es el momento de decidir
realmente si los protagonistas podrán estar juntos al fin y cuál será el precio
a pagar para ello o si por el contrario no podrán encontrar un punto de unión y
sus vidas se separaran para siempre.
Una novela sexy a la vez que profunda, no estamos solo frente a una novela
picante, este es solo uno de los ingredientes que forman una novela fresca,
actual, joven, dinámica, profunda y que roza el alma ante la desesperación
frente a un amor perdido.
Quizás Bea sea una ilusa de manual, pero os aseguro que su vida está a
punto de cambiar.
Solo una advertencia, preparaos ya que no solo los fogones están calientes.