Por Àngela Sánchez Vicente
Daisuke es la segunda parte de la trilogía
formada por “Botchan”, “Daisuke” y “Sanshiro”.
En
esta historia se nos narra como un joven acomodado, a sus treinta años, se
abandona a si mismo argumentando que sus situación social de bienestar y sus
estudios no le llenan ni le dan la felicidad.
En
este tomo dedicado a su personaje, Daisuke se la tendrá que jugar por amor, la
mujer de su mejor amigo despertará en él sentimientos inéditos hasta el
momento.
¿Podrá
dejar de lado su actitud rebelde y abandónica? ¿Sera su amor correspondido? ¿Cuál
será su decisión? ¿Cuáles serán las consecuencias de ésta?
Parece
que al autor le gustaba narrar la vida de los triángulos amorosos así como los
sentimientos que esta situación desencadena, la lucha entre los dos titanes,
las diferencias de carácter que harán que la joven decida, las dudas de ella y
el sentimiento de culpa en todos los casos pues alguien saldrá lastimado.
Natsume Sōseki narra esta historia como si se tratara
de un conflicto sentimental que se puede dar en la actualidad y aunque se
escribió a principios del siglo pasado no ha perdido ningún toque de frescura y
modernidad. Podemos decir que era un visionario en su época.
Satírico
y sarcástico, nos muestra cómo se entremezclan los habitantes de Japón con los
nuevos habitantes europeos que van llegando a sus tierras. Tradiciones que se
acogen, otras que se cuestionan y acaban conformando un tapiz de interculturalidad
lleno de riqueza.
Gracias
a la traducción de Yoko Ogihara y Fernando Cordobés podemos leer y
descubrir esta particular historia de amores y desamores de un autor
considerado en Japón un icono de su cultura.
Los
eruditos y conocedores de las letras llegan a compararlo con Shakespeare y Cervantes
a nivel de influencia e importancia literaria.
Impedimenta nos sorprende nuevamente con esta
trilogía que se hace corta, es muy ágil y en algún punto divertida. A la vez
que podemos hacernos a la idea de cómo era Japón hace mucho tiempo podemos ver
lo intrínseco de las relaciones humanas que bien poco han cambiado.
Además
de esta trilogía, en Impedimenta podemos
encontrar del mismo autor la obra Soy un
gato su primera obra que en un principio se ofreció por fascículos y su
éxito de público le saco del anonimato permitiéndole su primera novela, el
pistoletazo de salida a una fructífera carrera literaria.
Todos
estos títulos son recomendables a los amantes de la novela japonesa y de su
cultura, un retrato social perfecto para ser disfrutado y desgranado
lentamente, sin perder detalle.
En
tiempos de crisis ningún remedio es mejor que el sarcasmo, mejor aún si lo
receta tan respetable autor.