Fantascy nos regala en un solo volumen dos
historias magnificas, mágica, fantásticas y consistentes. Dos novelas cortas
firmadas por Brandon Sanderson que se crecen ante los ojos del lector, dos
historias que se hacen tan cortas que se terminan en un suspiro, pero que dejan
su propio sello en cada uno de ellos.
Creo
que uno de los artes más difíciles dentro de la literatura es decir mucho,
plasmar sentimientos, crear personajes profundos y ambientes sólidos en pocas
palabras. Una novela corta es como el botín de un pirata, un solo doblón de oro
que puede encandilar a más de uno.
Ciertamente
esto y un poco más encontrareis en Legión
y El alma del emperador.
Legión se centra en la introspección del
alma y del conocimiento de una persona, nuestro protagonista o quizás debería
decir protagonistas, es Stephen Leeds, un hombre que convive con personalidades
imaginarias, él es uno y a la vez son muchos. Cada personalidad tiene una
característica propia, domina un tema en concreto, puede ser lingüista,
especialista en fotografía, psicólogo, soldado…
La
pregunta que el lector se termina haciendo es si las personalidades surgen del
exceso de conocimiento de una mente sobredesarrollada o de la necesidad de
compartimentar el conocimiento.
Conoceremos
a nuestro protagonista en su búsqueda de un objeto increíble, una cámara
fotográfica capaz de fotografiar el pasado y mostrar al mundo aquello que hasta
el momento solo era plausible como acto de fe o creencia.
¿El
mundo está preparado para saber la realidad de nuestra historia? ¿Podríamos los
seres humanos aceptar ciertas verdades? Unas preguntas que harán pensar sobre
el pasado y sobre el futuro, y sobre la capacidad intelectual y su posible
desarrollo.
El alma del emperador es una novela con reminiscencias
asiáticas, un mundo creado por imperios y donde la magia y el arte de la
sanación están enfrentados como cultura aunque muchas veces pueden ser
complementarias.
Tras
un ardid para conquistar una corona y una profunda introspección sobre el alma
humana, conoceremos a nuestra protagonista, una joven falsificadora que será
obligada a falsificar el alma del emperador, algo nunca hecho y con grandes
riesgos.
¿Qué
es aquello único en cada persona?, ¿Cómo imitar algo intangible sin un modelo?,
¿Dónde queda la ética?, estas son solo la punta del iceberg que el lector ira
fundiendo página tras página hasta descubrir si nuestra protagonista Shai lo
conseguirá y lo más importante, si ella sobrevivirá después.
Una
historia donde poco a poco, nuestra nueva amiga va desnudando su alma con
Gaotona, un juez y erudito con quien descubrirá que la verdad abre más puertas
que la mentira.
Aquí
he descubierto un autor consagrado, con obras a sus espaldas como “Elantris”,
la saga “Nacidos de la bruma” y “La guerra de las tormentas”. No es de extrañar
que El alma del emperador ganara el Premio Hugo 2012 a la mejor novela corta y
al año siguiente fue finalista del World Fantasy Award.
A
partir de hoy se une a su legión de fans uno más.