dijous, 1 d’octubre del 2015

Tras la bruma del pasado



Ediciones Titania en su colección Época nos presenta la novela Tras la bruma del pasado, una novela que nos transportará al Londres victoriano y donde el lector se perderá entre la bruma de sus calles y los frescos prados de sus afueras.

Victoria Magno, la autora de esta gran novela es una amante de las letras que incluye en ellas como meta personal incluir un personaje con características especiales en cada una de sus novelas, con el fin de promover la concienciación y contribuir en la lucha por la aceptación e integración de las personas con capacidades diferentes en la sociedad. Un tema que le toca muy de cerca dado que su hija es autista.

En esta novela nos encontramos con la bruma de la memoria de Elizabeth Tilman, una joven que ha perdido la memoria, recuerda parte de su pasado, pero hay un espacio de tiempo que ha perdido, ocho años pasan desde su supuesto accidente y sigue sin recordar, solo sabe aquello que su familia le ha contado, aunque ¿será la verdad lo que cree saber?

Albert Clawson, conde de Leograve, lleva ocho años intentando sobrellevar la muerte de su esposa, dedica su vida a sus hermanos y a su faceta como médico, pero no hay día que no llore la pérdida de su amada Elizabeth.

Shannon, una de las hermanas de Albert, no puede más con el sufrimiento de este y prepara un encuentro entre Elizabeth y él, a partir de ese momento Albert tendrá la oportunidad de volver a conquistar a la que fue su esposa, una mujer noble, generosa, dulce y entregada que le fue arrebatada de sus brazos.

En su separación cada una de las familias ha intentado afrontar el dolor a su manera, los Clawson han llorado la perdida y los Tilman han enviado a Eizabeth al campo con sus tías para alejarla de Londres.

Lo que ellos no esperaban es que Elizabeth sintiera en su interior que no estaba completa, que sus cicatrices la marcaban para ser repudiada y que poco a poco empiece a despertar para enfrentarse a una verdad devastadora que la podría llevar a la locura.

No se trata solo de una novela romántica, se trata de como cada personaje se enfrenta a la perdida, al olvido, a la lucha que queda día tras día para sobrevivir, al amor de una familia y a la esperanza de recuperar la felicidad perdida.

¿Cómo sufrió Elizabeth el accidente que la dejo sin memoria? ¿Quién era ella? ¿Quién es ahora? ¿Podrá recuperar la memoria o partirá de cero?

Una trama muy bien hilvanada que nos muestra los mayores horrores que un hombre puede cometer, la soledad de un corazón perdido y el amor eterno entre dos almas.

Una prosa pausada y rítmica marca el tiempo entre sus páginas creando un gran confort en su lectura y atrapa al lector a descubrir los secretos ocultos en la memoria perdida de Elizabeth. Un juego narrativo entre dos voces donde descubriremos el alma de ella y de él.

Sin olvidarnos los personajes secundarios llenos de chispa, como las tías de Elizabeth, de devoción entre hermanos y de un pequeño fantasma que habita entre los muros de la mansión de los Leograve.

Y, por descontado, la pequeña Daisy, una angelical princesita que se hace entender a pesar de su autismo gracias al amor de su familia y como la autora la introduce en una sociedad donde los diferentes quedaban marcados como personas de segunda. Nada más lejos de la realidad, son diferentes, si, pero merecen respeto, cariño y aceptación. Un punto extra a la autora.