Continúa la historia erótica más atrevida que ya han leído
millones de personas en todo el mundo.
La Editorial Esencia nos presenta la segunda entrega de Dominación,
saga firmada por Lorelei James, una de las autoras de novela erótica
contemporánea más vendida en Estados Unidas, tras “Atada” nos encontramos con Liberada.
Esta segunda entrega empieza justo donde nos quedamos, nos da una pincelada
de lo va a suceder pero regresa rápidamente al portazo que dio Amery a Ronin en
su relación, las mentiras nunca son buenas y a veces una disculpa tardía ya no
merece la pena.
La vida de ambos es totalmente difusa, triste y vacía sin la compañía del otro y la falta de comunicación crea un abismo donde Ronin se machaca físicamente para sentir aunque sea dolor y mitigar la pérdida de su corazón, y Amery trabaja de día y llora de noche soñando con esas manos que tan bien la conocían.
La vida de ambos es totalmente difusa, triste y vacía sin la compañía del otro y la falta de comunicación crea un abismo donde Ronin se machaca físicamente para sentir aunque sea dolor y mitigar la pérdida de su corazón, y Amery trabaja de día y llora de noche soñando con esas manos que tan bien la conocían.
Sus caminos se volverán a encontrar y sus miedos reaparecerán, Amery solo
quiere volver a confiar en él, su amor no se ha apagado pero no quiere
continuar desde donde lo dejaron, quiere sinceridad absoluta, y Ronin no quiere
dejarla escapar, aunque ello signifique desnudar su alma y sacar al monstruo de
debajo de la cama.
Lo malo de estas situaciones es que siempre hay quien tiene ganas de
meterse en medio, sembrar cizaña y destruir lo que a otro puede hacerle feliz.
Sigo pensando que la novela es muy potente, no solo se centra en la
relación de sus protagonistas, sino también en la necesidad de cada uno de
progresar en su trabajo y ser la mejor versión de sí mismos.
Por descontado seguiremos siendo seducidos por el arte ancestral
japonés del Shibari y del Kimbaku.
Esta entrega da más protagonismo a personajes secundarios como la
hermana de Ronin que no es en absoluto como nos la imaginábamos y a sus
entrenadores, sin olvidarnos de Molly, los padres de Amery y la víbora de
Naomi.
El detalle que me ha gustado en estas dos entregas es el juego de
palabras con sus títulos, en la primera entrega Amery será “Atada” descubriendo
una liberación personal, aunque seguirá atada a su pasado, pero en esta segunda
entrega se sentirá “Liberada” gracias a una segunda oportunidad donde se debe
conjugar muy bien la mente y el corazón.
Me gustaría que hubiera una tercera entrega, quiero saber más de
Shiori y de su vida en los Estados Unidos, creo que es un personaje que podría
dar mucho de sí y está un poco difuminado.