Llegamos al final de la tormentosa relación entre dos almas
marcadas por su pasado, Cristina Prada
y su trilogía “Todas las canciones de amor” se despide a lo grande tras
invitarnos a reír y llorar, a enamorarnos y a tener ganas de estrangular a
alguien, una novela sexy y picante que calienta el ambiente pero que tras
“Todas las canciones de amor que suenan en la radio” y “Todas las canciones de amor que aún suenan en la radio” baja un poco el termostato y dispara los
sentimientos verdaderos en Todas las
canciones de amor que siempre sonarán en la radio.
Nuestros protagonistas pasaran de una boda exprés a ver como
su matrimonio se deteriora por momentos, una feliz noticia aparecerá en sus
vidas pero su desenlace creará entre ellos un abismo casi insalvable, quizás
todos aquellos que decían que no estaban preparados y que al final Ryan se
cansaría de ella tenían razón, aunque esta vez será Maddie quien pondrá tierra
de por medio tomando decisiones unilaterales y empezando a pensar por ella
misma y para ella misma.
En esta última entrega la autora os llegará al corazón, con
su prosa ligera tratará temas espinoso, las páginas pasan en un abrir y cerrar
de ojos, y aunque quizás en la balanza los personajes lo pasen más mal que
bien, sabe cómo transformar un deseo, una obsesión en una ventana al corazón y
a la verdad.
Hay verdades que duelen mucho, que hieren el alma
mortalmente, pero solo si el amor es real y profundo puedan llegar a ser algo
mejor de lo que eran juntos o por separado.
¿Puede una sola imagen decir más que mil palabras? ¿Puede un
solo gesto romántico despertar a un corazón dormido?
Una historia de amor pasional que tanto arde como una llama
como se enfría como el hielo, con un marco incomparable como la ciudad de Nueva
York que tiene su propio espacio como personaje secundario.
Booket en su
colección laerótica nos muestra las diversas caras de una misma relación, la
visión de ella, la de él, la de aquellos que se ven arrastrados al drama o a la
felicidad, pero sobretodo da la oportunidad al lector de formar parte de un
grupo de amigos que se apoyan en todo momento y para quienes el lazo de la
amistad es intocable.
La entrega más musical de todas, con variedades de género,
tempo y artistas, pero un plus muy agradecido por los lectores quienes al
escuchar las canciones amplían la profundidad de los sentimiento de los
personajes y tras leer la trilogía y escucharlas de nuevo tendrán la sensación
de reencontrarse con unos viejos amigos.
Aquí os dejo el principio del final, enamoraros o no es cosa
vuestra.