Hoy no solo he descubierto una nueva historia sino que
también he descubierto a un nuevo autor, Jacinto
Rey, quien lleva a sus espaldas varios éxitos editoriales y quien con La noche de las medusas me ha atrapado.
La novela arranca con un marco histórico definido por el
alunizaje del Apolo XI el veinte de julio de 1969 aunque este hecho acabará
siendo irrelevante para la vida de nuestros protagonistas, esta noche nos
llevará a descubrir el motivo del título de la novela y el momento exacto en
que las vidas de nuestros personajes se truncaron.
Nos encontraremos en el diez de octubre de 1945 en Tánger,
una noche oscura iluminada por cientos de medusas luminiscentes que nos dejaran
ver y observar los sucesos que se dieron lugar en la oscura noche.
Un hecho que tardará veintitrés años en cocerse a fuego
lento entre la ira y la venganza.
En Tánger conoceremos a Serafín Leal, Bruno Grande y
Andrés “el puro”, tres legionarios que unen sus vidas por sobrevivir a la
guerra cuando un tesoro cae en sus manos y la avaricia empieza a tejerse en sus
corazones.
Este será el motivo que nos devolverá a Tánger y a Madrid
de los años sesenta y a la culminación de los instintos más bajos de la
humanidad.
Esta novela empieza de manera pausada presentándonos a
sus protagonistas de manera separada, bien definidos y mostrando su aura, su
maldad, su bondad o la lucha de ambas frente a un hecho puntual. No hay
personajes grises, todos se decantan a un lado de la balanza incluso aquellos
que se esconden tras una máscara de bondad mientras esconden un alma oscura y
vengativa.
A partir de ese momento y en capítulos cortos la trama se
va volviendo más ágil y dinámica, atrapa al lector en un thriller de apariencia
sencilla aunque nos guarda un final con un giro argumental inesperado y agradecido.
Las descripciones de Tánger con sus aromas, sus comidas,
la miseria y la opulencia crean un ambiente que bombardea los sentidos, es como
si pudiéramos pisar sus calles y sentir el ambiente en nuestra piel, sin
menospreciar las descripciones del Madrid de los años sesenta y del nuevo
Tánger.
Con una prosa sencilla y pulida el autor nos hace
participes de esta historia.
Tal y como nos dice el propio autor es “una historia de búsqueda, autodescubrimiento, venganza,
expiación y redención”.
Una novela que me ha seducido desde su portada en blanco
y negro, hecho que me ha recordado las televisiones de los sesenta, con una
mujer observando la ciudad a sus pies esperando aunque aún no sabía el que.
Suma de letras nos ofrece un thriller donde
se unen el pasado y el presente en una venganza que ha arraigado en el corazón
y que solo aceptará un desenlace.
Os dejo un fragmento para que juzguéis por vosotros
mismos.