dimecres, 13 de setembre del 2017

El café de los pequeños milagros



Por Ángela Sánchez Vicente


¡Suspirar, suspirar y volver a suspirar! ¿Qué es el verdadero amor si no eso? Una sensación de plenitud y grandeza que te hace súper poderoso y te sacude todos los esquemas.

De nuevo nos encontramos con las bellas novelas de Nicolas Barreau, el autor que ya nos enamoró con La sonrisa de las mujeres, Atardecer en París y París es siempre una buena idea vuelve una vez más para hechizarnos de nuevo y enseñarnos algo más sobre nosotros mismos y el amor.

En El café de los pequeños milagros conoceremos a nuestra nueva amiga Nelly, un tanto cerrada, tranquila, lectora compulsiva y algo miedoso que nunca vestiría un abrigo rojo y que por nada en el mundo se subirá a un avión.

Ella vive un amor apasionado en su mente con su profesor de filosofía y ante la indiferencia de este decide mandarle una carta confesándole sus sentimientos. Esto provocará que la joven quiera viajar y acabar su tesis sobre Virilo en Venecia.

Rápidamente aprende que no se puede decir nunca de esta agua no beberé dado que el camino es largo y te puede entrar sed. La siguiente imagen que nos muestra el autor es ella vestida de rojo sentada en un avión de camino a su destino.

Su destino en el sentido más amplio de la palabra dado que ella que es muy supersticiosa y con olfato de brujita, será aprender a darse cuenta de que las casualidades y los encuentros fortuitos no lo son tanto y a creer en los pequeños milagros que escriben y determinan nuestro destino.

Los milagros ocurren cada día si tenemos la fuerza de soñarlos, si lo intentamos nos enseñan a transformar nuestra vida en lo deseado y adecuado así como a aprender a ser fuerte y a ver como la fuerza del amor nos liberamos y a golpe de viento liberamos el cielo y nuestra mente de tormentas.

Será que se ha contagiado de su alocada prima o el viaje le ha sentado demasiado bien.

La remilgada y achicada joven será cada día más fuerte y despreocupada y podrá mostrar su mejor faceta.

El profesor, Valentino, un americano descarado y un aluvión de personajes animados darán gran dimensión a la novela que se pasea por Venecia con sumo cariño y unas descripciones que nos ayudan a entrar en él de un salto.

¿Os queréis perder en la novela que nos conducirá al viaje personal de esta chica a la que adoraréis?

Gracias a Suma de letras podéis ir al encuentro de esta novela y de esta gran protagonista para convertir el ocre otoño en una estación colorida.

Un buen café o chocolate caliente son los mejores compañeros para esta dulce lectura en la que todo sale bien de la manera más natural.