Por Raúl Gotor
Un tren camino a Oxford, en él los protagonistas de ésta
obra maestra: Robert Warner, reconocido dramaturgo que presenta su obra
Metromanía junto a Sheila, su joven directora y que viaja con su mujer, Rachel
West.
Nicholas Barclay deseoso de conocer al gran organista Donald Fellowes, el cual es objeto de amor de Jean Whitelegge, un amor no correspondido ya que Donald bebe los vientos por Yseut, la gran protagonista de Metromanía.
Nicholas Barclay deseoso de conocer al gran organista Donald Fellowes, el cual es objeto de amor de Jean Whitelegge, un amor no correspondido ya que Donald bebe los vientos por Yseut, la gran protagonista de Metromanía.
Metromanía, la gran obra de la cual todo el mundo habla
será protagonizada por Yseut y su medio hermana Helen. Ambas son la cara y la
cruz de una misma moneda: Helen amada por todos, Yseut odiada unánimemente.
La providencia coloca como espectadores de la obra a
Richard Freeman, jefe de la policía de Oxford y Nigel Blake fan de Robert pero
sobretodo de Helen, del cual está enamorado en secreto.
Nigel sabe que allí se encontrará con otro mito para él: su antiguo profesor de Lengua y Literatura Inglesa, Gervase Fen, el cual es conocido además por poseer una mente analítica sorprendente.
Metromanía además de ser un hecho social y cultural
enorme en su época, se convertirá en un hervidero de odios, envidias y
misterios de los cuales no todos saldrán vivos para tomar el siguiente tren de
vuelta a Londres…y uno de ellos será el verdugo.
Misterio no, lo siguiente, en esta obra maestra de 1943
escrita por Edmund Crispin, experto
en crímenes de “habitación sin escape”, estudiante de Oxford, organista y
amante de las novelas de detectives que fue capaz de crear un protagonista como
Fen a la altura de otros como Holmes o Marple y 70 años después, dejarnos
disfrutarlo.
Gracias a Editorial
Impedimenta nos llega El misterio de
la mosca dorada, una de aquellas obras que das gracias poder leer en pleno
siglo XXI. Era de prisas, simplicidades y ajetreos que muchas veces da a luz
historias de lectura demasiado fácil.
Bienvenidos a la literatura de los años 40, rebosante de
connotaciones literarias que mama de padres del género del suspense como Agatha
Christie. Permitámonos abrir nuestra mente a lecturas con dobleces, a jugar con
nuestra inteligencia y aceptar retos cognitivos.
Una novela hecha para disfrutar, para pensar, con unos
personajes claramente definidos, fuertes, de aquellos que traspasan las páginas
y no se quedan en el olvido. Disfrutadlo y ¡adivinad quien de los 11 personajes
puede ser el asesino antes de que no quede ninguno!