Queridas Guerreras, Megan Maxwell
lo ha vuelto a hacer, con su última publicación Hola, ¿Te acuerdas de mí? Consigue aflorar las lágrimas y las
sonrisas de sus fieles lectoras.
Cuando abrí la novela y leí la nota de la propia autora explicando que la
base de la historia era la de su propia madre, aunque se haya tomado licencias
propias, ya te hace pensar en cómo se debía sentir al escribir sobre algo tan
personal, no debe ser nada fácil intentar plasmar en una novela lo que ha
formado parte de tu vida y sobretodo de la persona que más te quiere en el
mundo como es una madre.
En esta novela, además de tocar un tema tan sensible como la vida de los
veteranos del Vietnam, de las jóvenes españolas que se vieron obligadas a
emigrar a Alemania para salir adelante en una época muy difícil dela historia,
también nos habla de una sociedad muy cerrada, donde la vida de una madre
soltera hubiera sido muy difícil a no ser de un gran hombre como fue su abuelo.
Afortunadamente, la historia de Carmen continúa en la novela con la
historia de Alana, su hija, una personalidad fuerte, jovial, amiga de sus
amigas y luchadora hasta el final, su lema “Lo que no te mata te hace más
fuerte” y ahí sí que no puedo decir lo contrario.
Alana ha quedado muy marcada por la vida de su madre y por el dolor de esta
al perder al amor de su vida, por ese motivo cuando Alana conoce a Joel, a
partir de hoy y con el permiso de la autora nuestro capitán América, huye despavorida ante la potencialidad de
lo que siente y el hecho de repetir la misma historia, un marine que podría
romperle el alma y el corazón.
Joel es un hombre tierno pero firme, inteligente y que se rige por el hoy
dado que quizás no haya un mañana en su profesión. Un hombre que sabe lo que
quiere y n dará su brazo a torcer aunque tenga que perseguir a Speedy González
(Alana) hasta el fin del mundo.
Creo que el desnudar de esta manera su alma, Megan Maxwell ha regalado a
sus lectoras una parte de su alma, personalmente la admiro por su forma de
escribir, pero a partir de ahora admiro mucho más a su madre, una mujer con
mayúsculas que se merece lo mejor en esta vida, ella es la reina de las
Guerreras Maxwell y desde esta humilde reseña le mostramos nuestro respeto y le
damos las gracias por su lucha, por la hija que tiene y por ser una de
nosotras.
El final que la autora regala a sus protagonistas te hace llorar, tiene
magnetismo, no se precipita y página a página, cuando ya no puedes dejar de
leer y te debates entre tus propios sentimientos te muestra aquello que en el
fondo debería ser.
Esencia se ha superado con esta publicación y con la
edición especial con la música que
recorre sus líneas. Una novela donde el compendio de la realidad y la ficción
crean un hilo mágico en el tiempo donde todo es posible y como dice Isa, la
mejor amiga de Alana “Hay un cabroncete que mueve los hilos del destino y es
bastante joputilla”
¿Estáis preparadas para pecar? ¿Y para amar? ¿Y para llorar?
¿Estáis preparadas para pecar? ¿Y para amar? ¿Y para llorar?