dilluns, 31 d’octubre del 2016

Tan poca vida



Si estáis buscando una novela provocadora, incomoda, profunda y que no os va a dejar indiferente, debéis rendiros a las más de mil páginas que firma Hanya Yanagihara y nos ofrece Lumen, una historia de la que el lector no podrá escapar ileso, altamente adictiva y a su manera sanadora.

Os presentamos una novela que hay que leer para saber qué dicen y qué callan los hombres, de dónde viene y adónde va la culpa, cuánto importa el sexo y a quién podemos llamar amigo, sin olvidarnos del precio que tiene la vida cuando ya no tiene valor.

Tan poca vida es la historia de cuatro amigos dispares entre ellos que os dejaran el alma sangrando, una novela escrita por una mujer que refleja la voz de los hombres, un Sexo en Nueva York profundo con unos personajes únicos.

Jude es abogado, cojo, frágil y marcado por un trauma infantil descrito de una manera sobrecogedora, un personaje poco enigmático que vive su vida para amar y ser amado, la esperanza es su llave al mundo. Y en cierto modo esta es su novela, con un juego logrado de flashbacks la autora nos muestra tanto el hecho como las consecuencias traumáticas que reportaran en Jude.

Malcom es arquitecto, un pijo con todas las letras pero con un corazón de oro.

J.B es pintor, un hombre que cae en las drogas y a quien el mundo le exige crecer y cambiar para sobrevivir.

Willem era camarero pero de la noche a la mañana triunfa como actor en Hollywood, un hombre que decide ver el mundo solo desde su prisma.

Cuatro hombres obligados a triunfar en sus mundos con sus propias imperfecciones. Cuatro amigos de clases sociales muy diferentes como elemento de referencia para así enmarcar la vida en Nueva York, la ciudad de las oportunidades donde pisas o te pisan.

La autora consigue dar voz a los silencios, a la manera de comunicarse los hombres entre sí, a demostrar que no son solo el objeto de deseo de las mujeres o que se rigen solo por el poder y el sexo, sino que entre ellos existe amistad real y verdadera.

Una novela desgarradora, con tintes de todo aquello que desearíamos no leer pero a su vez con una maestría al narrarlo que no crea repulsión, sino un gran sentimiento de empatía por el dolor.

Solo hay que fijarse en la portada de la novela, una imagen que parece que habla por sí misma sobre el dolor, pero que curiosamente forma parte de una serie de fotografías de Peter Hujar sobre el amor, la lujuria y esta titulada “Orgasmic man”, un hecho curioso dado que juega a la doble lectura como hace la autora en la novela.

Esta es una de aquellas veces en las que me gustaría poder contaros mucho más de lo que puedo dado que parte de su tinta ha quedado grabada en mi mente y no sé hasta cuando me acompañará, pero de momento ahí está.

Si tuviera que decir algo que no me haya convencido del todo son los contrapuntos en las personas que han rodeado a Jude en su infancia y las de su madurez y algún que otro detalle que parece fuera de lugar.

Mejor será que os dejé sus primeras páginas y juzguéis vosotros mismos si podéis o no dejar de leer.