Lo último que debían hacer era enamorarse,
pero el deseo y el amor ya han marcado el camino.
Estamos frente a un choque de trenes imparable, Cristina Prada vuelve a seducirnos y a conquistarnos con su última novela presentada por Esencia y que me ha dejado con las ganas de ir ya a buscar su continuación aunque nos toca esperar unos días.
Tú eres mi millón de fuegos artificiales se presenta con una portada dividida en dos, en la parte superior tenemos a un joven jugador de rugby al cual enfocan todas las luces y en la parte inferior captamos la vida y el acelerar de la noche en la ciudad.
Nuestros protagonistas son muy diferentes en apariencia, Holly es una chica formal, estudiosa, inteligente que vive con su padre y con su tia, es una buena chica de la cual no se puede decir mucho más y ella lo sabe, así que decide que su verano y su curso estudiantil a de marcar una diferencia, ha de contar y para eso tiene un plan en el que entran Los Lions, el equipo del instituto.
Él es Jack, un joven que carga con un gran peso en sus hombros pero que no le gusta contarlo, para todos él es el capitán del equipo, el líder, la unión entre sus miembros que son una familia, pero lo que Jack quiere realmente es marcharse y hacer su propia vida.
Así se forja un trato entre ellos dos, un trato que acabará con los sentimientos a flor de piel, con momentos de alto voltaje y con dos corazones que laten al mismo tiempo aunque existe una barrera invisible entre ellos, Jack no permite a Holly entrar de verdad en su vida, en parte para protegerla, en parte por miedo al que dirá y en parte porque ni él mismo sabe el motivo.
Este será el gran problema que nos llevará a un final inconcluso y que afortunadamente continuará en “Tú nunca dejaras de ser mi millón de fuegos artificiales”.
La prosa de la autora nos invita a ser uno más de los Lions, a vivir la amistad sincera y a descubrir el nacimiento de un amor épico, sus descripciones son muy cuidadas y los personajes secundarios son excelentes aunque en ciertos momento es como si viéramos esta historia a través de una cámara fotográfica (ya lo entenderéis).
No dejéis escapar esta oportunidad para experimentar una gran aventura y si aceptáis un consejo, esperad a que salga su continuación, después de leer esta primera parte cuesta mucho esperar…