dimarts, 22 de març del 2016

Tras el telón



Stella Knightley se despide de sus mujeres ocultas con una entrega que cierra una trilogía basada en los recuerdos, en aquellos secretos escondidos en un diario, en las vidas de unas mujeres que se hicieron a sí mismas a base de lucha y de juegos de alcoba.

Empezamos con “Tras una máscara” en Venecia, continuamos “Tras un abanico” en París y ahora viajaremos Tras el telón junto a Sarah a Berlín, donde trabajará en la universidad y será su nuevo vecino, un anciano melancólico quien le regale su próxima amiga.

Herr Schmidt, le dará una caja llena de secretos y uno de ellos es el diario de una joven Inglesa que vivió sus peores y sus mejores momentos en un Berlín segregado y atacado por la SA, Hitler llamaba a la puerta del poder.

Solo hay una condición, intentar encontrar a su dueña para devolvérselo, quizás esté muerta o no, pero alguien de su familia debería tener sus pertenencias. ¿Qué trama Herr Schmith?

Junto con Sarah conoceremos a Kitty, a su amor Otto y a un variopinto elenco de protagonistas que trabajaban en el Boom Boom Club, un local nocturno donde transformistas creaban bellos espectáculos y donde cada uno de ellos formaba parte de una familia diferente.

Caminaremos por el Berlín actual junto a Sarah, descubriremos bellos rincones y parte de su historia a través de la dura historia que leeremos junto a ella en el diario de Kitty.

Sarah seguirá encontrándose con Marco en sus sueños, ha decidido olvidarlo, pasar página, pero su inconsciente no la deja olvidar. Él puso punto final a la relación, pero al descubrir su error Marco deberá ser valiente y explicar su historia, aunque alguien se le adelantará y Sarah descubrirá la verdad en un diario.

En esta última novela cerraremos dos historias en una, por un lado descubriremos que sucedió con Kitty y Otto, como descubrieron el amor y los juegos de alcoba, por otro lado Sarah y Marco decidirán si son mayores las diferencias que los separan y sus propios miedos o si por su amor vale la pena luchar hasta el final.

Un final que me ha sabido a poco, Esencia siempre consigue seducirnos con sus títulos, pero como suele pasar nos quedamos con ganas de más.

Si este es el final, deseo que sea un final triste pero con sentimiento, un momento para los amantes de bellas canciones que presagian el final con esperanza en un futuro si no mejor quizás si diferente.

Que baje el telón y se apaguen las luces de neón.