Por Ángela Sánchez Vicente
Os acordáis que os hablamos de un autor al que tener en
cuenta por su gran calidad y por su alta sensibilidad. Si, os hablamos de J. R. Moehringer, autor de “Open” y “El bar de las grandes esperanzas”, dos de los libros que más nos han gustado en
estos últimos tiempos.
Creo que saber que un autor te gusta te deja un listón
muy alto y te crea unas expectativas que a veces cuestan de cumplir. Cuando vi
que había otra obra suya me emocioné a la vez que me sentí un poco abrumada al
saber que tendría que escribir sobre lo que me habría transmitido.
Esta nueva obra titulada de El campeón ha vuelto no defrauda para nada, más bien al contrario,
sorprende gratamente con nuevos giros y su magistralidad para plasmar la
esencia del ser humano.
Un ser humano que puede ser brillante y a la vez una
sombra, un campeón o un pusilánime, un luchador o un vencido, un líder o un
simple corderito que sigue a la manada.
¿Qué hay detrás de los ojos a los que miramos?
El ser humano está en continua transformación personal
por sus propias experiencias y también por las circunstancias sociales,
económicas y políticas que atraviesa. Siempre se es el mismo, la esencia está
ahí, como un bebé dormidito y escondido en el pecho pero que se va ajando por
las adversidades en lo más exterior o visible ante los otros.
Al propio autor le encargaron un reportaje sobre Bob
Satterfield, un peso pesado que peleó entre 1945 y 1957. Poco se sabía de él y
parecía que se hubiera esfumado de la faz de la Tierra.
Yendo tras esta historia conoció a un hombre que vivía en
la calle que aseguraba ser Bob y se
hacía llamar “El campeón”.
Tras estas palabras que quedaron en su mente fue
investigando e impregnándose de las historias y de la vida de este campeón
hasta darse cuenta del valor de la humanidad, de nuestra propia naturaleza y
del deseo de encontrar respuestas en el pasado y hacer las paces con este
mismo.
Parece que este hombre le ayudó a encontrar al campeón
que buscaba y además a encontrarse un poco más a si mismo ayudándole a ver las
palabras que callan los ojos silenciosos.
Como si fuera un espejo, él se vio en el y cada vez que abría
una puerta más al recuerdo este le sacudía con la realidad.
Una vida de pelea, en la que tienes que tener siempre los
guantes preparados para luchar y seguir adelante; aunque estés solo no te
puedes detener ante lo malo, sólo necesitas a alguien que te diga que todo irá
bien y seguir su estela.
Gracias a Duomo podréis
conocerlos en profundidad en una novela breve que intensifica su esencia y nos
deja encogidos y a la vez felices al acabarla.
Es impresionante el poder de la escritura de este gran
autor. Las palabras parecen flechas que se te van clavando lentamente en el
pecho hasta tocar esa fibra que te lleva a proyectar lo narrado a tu propio
ser.
No lo dudéis, es un imprescindible.