dimarts, 16 d’agost del 2016

El campeón ha vuelto



Por Ángela Sánchez Vicente


Os acordáis que os hablamos de un autor al que tener en cuenta por su gran calidad y por su alta sensibilidad. Si, os hablamos de J. R. Moehringer, autor de “Open” y “El bar de las grandes esperanzas”, dos de los libros que más nos han gustado en estos últimos tiempos.

Creo que saber que un autor te gusta te deja un listón muy alto y te crea unas expectativas que a veces cuestan de cumplir. Cuando vi que había otra obra suya me emocioné a la vez que me sentí un poco abrumada al saber que tendría que escribir sobre lo que me habría transmitido.

Esta nueva obra titulada de El campeón ha vuelto no defrauda para nada, más bien al contrario, sorprende gratamente con nuevos giros y su magistralidad para plasmar la esencia del ser humano.

Un ser humano que puede ser brillante y a la vez una sombra, un campeón o un pusilánime, un luchador o un vencido, un líder o un simple corderito que sigue a la manada. 

¿Qué hay detrás de los ojos a los que miramos?

El ser humano está en continua transformación personal por sus propias experiencias y también por las circunstancias sociales, económicas y políticas que atraviesa. Siempre se es el mismo, la esencia está ahí, como un bebé dormidito y escondido en el pecho pero que se va ajando por las adversidades en lo más exterior o visible ante los otros.

Al propio autor le encargaron un reportaje sobre Bob Satterfield, un peso pesado que peleó entre 1945 y 1957. Poco se sabía de él y parecía que se hubiera esfumado de la faz de la Tierra. 

Yendo tras esta historia conoció a un hombre que vivía en la calle que aseguraba ser Bob  y se hacía llamar “El campeón”. 

Tras estas palabras que quedaron en su mente fue investigando e impregnándose de las historias y de la vida de este campeón hasta darse cuenta del valor de la humanidad, de nuestra propia naturaleza y del deseo de encontrar respuestas en el pasado y hacer las paces con este mismo.

Parece que este hombre le ayudó a encontrar al campeón que buscaba y además a encontrarse un poco más a si mismo ayudándole a ver las palabras que callan los ojos silenciosos.

Como si fuera un espejo, él se vio en el y cada vez que abría una puerta más al recuerdo este le sacudía con la realidad. 

Una vida de pelea, en la que tienes que tener siempre los guantes preparados para luchar y seguir adelante; aunque estés solo no te puedes detener ante lo malo, sólo necesitas a alguien que te diga que todo irá bien y seguir su estela.

Gracias a Duomo podréis conocerlos en profundidad en una novela breve que intensifica su esencia y nos deja encogidos y a la vez felices al acabarla.

Es impresionante el poder de la escritura de este gran autor. Las palabras parecen flechas que se te van clavando lentamente en el pecho hasta tocar esa fibra que te lleva a proyectar lo narrado a tu propio ser.

No lo dudéis, es un imprescindible.