Para volver a disfrutar de los tesoros perdidos en el
tiempo que rescata la editorial Impedimenta
con mimo, sumo cuidado y respeto hemos de sucumbir al encanto de su
reciente publicación de Las bellas
extranjeras, unos relatos recientes pero llenos de todo aquello que
caracteriza el sello de la editorial.
En esta obra se recogen los tres relatos más
significativos de la bibliografía de Mircea
Cărtărescu; Ántrax, Las bellas extranjeras y El viaje del hambre.
Todos ellos brillan por los personajes elaboradísimos que
nos regala el autor con una gran psique y una personalidad marcada que puede
cambiar a lo largo del relato o hacer cambiar el propio curso de la historia.
En el primer relato, Ántrax, narra como el propio autor
recibe un sospechoso sobre después del desgraciado atentado del 11-S y sus
efectos colaterales y psicológicos que afectaron a la población neoyorkina y al
mundo en general.
Miedo, recuerdos, el aprecio por la vida y muchos más
golpes de efecto hacen de este relato un testimonio de todo aquello que
sentimos en los días posteriores a la salvajada y homenajea esas imágenes que
todos tenemos incrustadas en la mente.
En el segundo relato de título homónimo a la obra
conocemos la prosa más grotesca y desinhibida del autor. Se trata de un viaje de
unos cuantos escritores rumanos a tierras francesas con todo lo que esto puede
provocar.
El choque de culturas, la liberación, faldas cortas y un
clima sumamente francés impregnará la pluma del autor de tórridas palabras y
escenas dignas de unas vacaciones muy bizarras.
En el tercero, El viaje del hambre, nos narra las
peripecias que el joven poeta tuvo que soportar antes de la caída del comunismo
en un territorio hostil y con la barriga vacía del todo.
En este, el más profundo bajo mi punto de vista nos
concienciamos de la dureza de lo extraño, de la ausencia y la falta de fuerzas
a la vez que vemos como una ilusión puede ser nuestro motor y activar nuestro
ingenio.
Estos tres relatos fueron los merecedores del premio
Euskadi de Plata 2014 y creo que merecidísimamente pues bajo un punto de vista
subjetivo nos abraza y nos muestra lo mejor y lo peor de nosotros mismos
reflejados en su persona y obras.
Hay que ser muy valiente para desnudar el alma ante un
público lector a la vez que muy entregado y agradecido para hacernos un regalo
tan valioso.
Si sois lectores perezosos y os gustan los relatos cortos
os garantizo que esta obra os enloquecerá, es fina, irónica, llena de matices y
con ese “no sé qué” que hace imposible su abandono.
¡No os la perdáis!