Por Ángela Sánchez Vicente
Hoy os presentamos una novela que es un auténtico regalo
para los sentidos y una obra que os fascinará ya que integra a la perfección
una historia familiar, un espacio concreto, personajes dispares y situaciones
que darán mucho de qué hablar.
Bajo el título de La
villa de las telas nos trasladaremos a Augsburgo de inicios del siglo XX de
la mano de una familia rica y una joven sencilla pero ambiciosa.
La llegada a la casa de Marie no gustará mucho ni a la
familia Melzer ni a los propios empleados domésticos que ya trabajan ahí desde
hace muchos años. La ven como una intrusa, como una soñadora que ha llegado
para cambiarlo todo con su halo encantador.
Y si, a nosotros nos ha enamorado su personalidad, es
realista, trabajadora pero también se pasea por esos pasillos con la
fascinación de una niña pequeña la mañana de su cumpleaños.
Poco a poco se ganará a sus compañeros y se hará un lugar
en el corazón de alguno de los criados que se apiadan de su pasado y de sus
ansias de superación personal.
Poco saben allí de la vida según Marie… Ellos sólo
piensan en las fiestas de invierno y en las fiestas de baile y sus ricos
ropajes… ¡La vida es algo más! Este hecho la supera.
Las geniales descripciones de los espacios y la evolución
psicológica que nos regala la aclamada autora Anne Jacobs hacen de esta novela toda una delicia que nos lleva a
reflexionar sobre la diferencia de clases sociales, el propio tejido social y económico
europeo de inicios del siglo pasado y a la vez la fuerza humana y del amor para
derrumbar cualquier muro.
Los Melzer parecen estar todos cortados por la misma
tijera de la vanidad y la superficialidad hasta que conozcamos a Paul, el
heredero que prefiere estudiar y alejarse de Ausburgo hasta que conoce a Marie.
Si las paredes de la villa pudieran hablar nos contarían
infinidad de secretos. Es como si el propio espacio tuviera la dimensión de
personaje principal.
Katharina será presentada en sociedad y su hermana
Elisabeth vive en su burbuja. Cada hijo tiene una personalidad muy marcada y
muy dispar. Katharina cree que con su belleza ya está todo hecho y en cambio
Elisabeth no es tan hermosa pero tiene alma de artista y un corazón lleno de
sentimientos.
Sus padres se desesperan por la continuidad del linaje
familiar.
Gracias a Plaza & Janés podéis disfrutar de una historia familiar, de un romance (o
varios) y aprender mucho sobre los detalles de la industria debido a la gran
documentación de la autora sobre el lugar, el momento y los detalles para
engancharnos a esta lectura desde sus primera páginas.
Os aseguro que querréis seguir con su lectura… ¿Cómo
acabará esta saga?
Nos tocará esperar a una nueva aventura.