Si
queréis leer una novela donde se valora el poder de la palabra no os podéis
perder El escritor de anuncios, una
novela donde cada palabra tiene un matiz y una sonoridad especial estudiada al
detalle.
La
portada nos muestra la palabra que cuesta, letra a letra, en una máquina de
escribir, donde las teclas se te clavan en las yemas de los dedos y no es fácil
tirar hacia atrás y corregir errores.
El
autor de esta historia, Miguel Ángel
Furones, es el publicitario que ha ocupado el puesto más alto en la
historia de la creatividad española dirigiendo Leo Brunett, con responsabilidad
sobre 96 agencias de 94 países.
A
mi modo de ver, creo que Javier, el protagonista de esta historia está
claramente dibujado a imagen del autor. Javier redacta anuncios o, como también
lo podemos llamar, se dedica a perturbar el alma de los consumidores.
Hasta
aquí sí que refleja al autor, Javier, al contrario, a medida que avanzan las páginas,
podemos ver como acaba siendo devorado por sus éxitos analizando el sistema de
trabajo y el compañerismo o ausencia de este que existe en este sector
creativo. Podríamos retratarlo como al vencedor vencido.
En
esta novela dividida en dos partes y veintidós capítulos podemos ver como la
vida de nuestro amigo se transforma poco a poco dando giros inesperados.
Un
retrato fidedigno de la inocencia, las ganas de progresar, la ilusión, los
sueños, el amor, el entorno, las trabas y obstáculos y el proyecto final de
vida.
Narrada
majestuosamente por un hipnotizador de lectores, esta historia cobra vida a
través de todos los matices que tienen los personajes corales: Ángela, Sara,
Raki, Lydia, David… un entorno que acompaña sutilmente a Javier y al lector por
las intrínsecas oficinas donde trabajan.
La
experiencia personal del autor hace que esta misma historia no se pudiera
contar mejor, las marcas para las que trabajan son reales y hacen que aún nos
sintamos más integrados en el escenario de la novela. Las marcas son palabras
que nos transportan.
Una
apuesta de SUMA Conspicua en una
época donde impera la crisis de la palabra, donde somos tacaños con el
vocabulario que utilizamos en nuestro día a día.
La
palabra dicha o no dicha, gritada o susurrada, puede ser más potente que una
lluvia de mil misiles y, como decía mi abuelo, cuando ya no nos queda nada sólo
nos queda nuestra palabra.
¿Cómo
valoramos hoy en día la oratoria? ¿Somos correctos al expresarnos? ¿Sabemos
descifrar los mensajes subliminales de otros o de los anuncios publicitarios?
Si
existen magos de la palabra como el autor y el protagonista del relato tiene
que haber magos de la decodificación de la palabra para que el proceso de
comunicación funcione.
Un
libro muy recomendable a todos los que nos gusta disfrutar de una buena novela
ambientada en un lugar y un tiempo actual y presente. Aun así, es muy apropiada
para aquellos que trabajen en el sector de la publicidad y el marketing para
que se den cuenta del mundo, a veces caricaturesco y competitivo donde
conviven.
Sin
duda, una de las mejores historias que he leído este verano con un final
sorprendente que atrapara a todos aquellos que se animen a leerla.
Aquí os encontrareis un pequeño anuncio.