dimecres, 10 d’agost del 2016

Lágrimas de la luna



“Quienes sueñan despiertos llevan la belleza al mundo. El arte y la música, las historias y el cariño. Irlanda quiere a sus soñadores. No obstante, además de poetas y artistas, los irlandeses pueden ser muy prácticos. En una mano portan la magia y en la otra el trabajo” – Nora Roberts

Con estas palabras entramos de lleno en la segunda entrega de la Trilogía Irlandesa bajo las Lágrimas de la luna, en esta ya conocemos a los habitantes de Ardmore y quizás es por eso que la trama de esta segunda entrega juega un doble papel, continua con la historia que ya conocemos gracias a "Joyas del sol", aunque los protagonistas pasan a ser Shawn y Brenna y sin olvidarse de dar puntada sin hilo, la autora entreteje una trama secundaria que augura un gran final para la trilogía.

Shawn lleva la música en la sangre, haga lo que haga siempre puede entonar una melodía y tiene un don para crear sus propias partituras, cuando Brenna, su amiga de la infancia, casi una hermana para él y sus hermanos le plantea de manera práctica tener algo más físico este se queda sin habla.

Brenna es práctica y lleva enamorada de Shawn toda la vida, así que de manera drástica decide que si se van a la cama se quitará la obsesión y podrá pasar página, lo que ella no contaba es que desde que se lo dijo, él abre los ojos a lo que tenía en frente y descubre que quiere más y está dispuesto a convertirlo en un romance.

Dos personajes muy diferentes que se complementan a la perfección y aunque Brenna se verá en una posición difícil por su relación deberá decidir si lo que siente es amor o solo lujuria.

Mientras Carrick seguirá incordiándolos para entender a los mortales y pone en ellos sus esperanzas para que sean la segunda pareja creada por el amor verdadero y así aunque por la noche pueda surcar el cielo sobre su caballo alado solo podrá tener el amor de lady Gwen si no falla en sus intentos, esa será la verdadera magia del amor.

Una trilogía altamente adictiva, cada entrega es la continuación de la anterior y aunque se introduce algún personaje nuevo estos no alteran el fluir entre sus calles y campos.

Realmente, para mi modo de ver, es una sola novela, una saga familiar donde cada uno de los hermanos explorará el amor y la magia de sus tierras mientras descubren aquello que sus almas desean.

Debolsillo acierta de lleno, del mismo modo que lo hizo con la trilogía de los O’Dwyer formada por “Bruja oscura”, “Hechizo en la niebla” y “Legado mágico”, no dudéis, si os está gustando está adorareis a los O’Dwyer y su magia celta.