Hoy me he sorprendido a mí misma con
una historia que es mucho más de lo que parece.
Los colores del cielo viene presentada por dos niñas indias, una con una
sonrisa sincera y aire protector y otra con una sonrisa forzada sobre un
atardecer en la India.
Una vez empezamos su lectura
descubriremos a Mukta y Tara, dos niñas con destinos muy diferentes pero unidas
por una sincera amistad.
Mukta es una devadasi y con solo
diez años sabe que su futuro es ser una esposa de la Diosa Yellamma y servir
sexualmente a los hombres del pueblo, su futuro cambia al ser enviada a casa de
la familia de Tara, donde descubrirá un mundo con helados, juegos y sonrisas
dado que el padre de Tara no cree en las obligaciones de las castas y la trata
como a una más.
Todo cambiará tras una fatalidad familiar,
Mukta será secuestrada de su habitación y Tara con su familia se marchará a
Estados Unidos.
Once años más tarde Tara sigue
sintiéndose culpable por no haber podido salvar a su amiga, su hermana del alma
y regresa a casa para buscarla, a partir de esta decisión la novela
transcurrirá entre la voz de las dos protagonistas, cada una de ellas nos
mostrará su vida y su alma. El pasado y el presente se irán intercalando para
dar una visión muy diferente de la India de postal.
Amita Trasi no duda en mostrarnos la cara más real y oculta de la
India, tradiciones ancestrales, comercio de mujeres, secuestros, prostitución,
VIH… todo ello envuelto entre los colores, los olores y las personas de una
tierra bendecida y castigada a partes iguales.
Una mujer valiente capaz de
reflexionar sobre su propio país y hacer una crítica social y denuncia sobre el
trato a las mujeres.
Un país donde una niña vale más
dinero que lo que el trabajo de sus padres podría conseguir en una vida.
Esta historia que nos presenta HarperBolsillo es dura e implacable
pero a su vez tiene una belleza única, una amistad profunda y una soledad
devastadora que obliga al lector a sentir, para bien o para mal, nadie sale
ileso de su lectura.
Si se pudiera resumir en una sola
palabra no creo poder encontrarla, me parece remarcable como el pasado hace de
ancla entre dos vidas tan opuestas y a la vez tan próximas, dos niñas con
futuros predestinados.
Para mi Mukta es la fuerza de la
supervivencia, de la lucha interior, el alma de lo malo y con la llama de la
esperanza apagada, Tara es la esencia de la culpabilidad, de la búsqueda
incansable, de la necesidad de respuestas y el faro que llama a su amiga en las
noches más oscuras.
Hay que agradecer el glosario que se
encuentra al final del libro para comprender algunas palabras indias.