Hoy nos despedimos de la trilogía
“Cazadora de hadas” de Jennifer L.
Armentrout. Tras descubrir un mundo nuevo lleno de faes, sombras y personas
destinadas a proteger al mundo de su destrucción en “Cazadora de hadas” y tras
descubrir que nuestra protagonista podría ser la llave de la destrucción en
“Semihumana” llegamos a Valiente, un
título que Ivy se ganará a pulso por sí misma.
Antes de entrar en materia me
gustaría comentar un detalle que me ha llamado mucho la atención y es como la
continuidad de las portadas es muy importante en esta trilogía, en la primera
entrega se nos presentaba una Ivy de perfil, con los ojos cerrados a la verdad
de su mundo, en la segunda entrega ya ha abierto los ojos pero mira hacia el
otro lado con desconfianza, pero ahora vuelve a su posición original, con los
ojos abiertos y preparada para descubrir su mundo y sobre todo a ella misma.
Una recomendación personal, si
habéis leído las dos entregas anteriores no leáis la contraportada, entre sus
líneas se esconde un spoiler que es mejor descubrir en su justo momento, creo
que es el único pero que le voy a dar a esta novela.
La acción empieza tras la huida de
Ivy de las manos del Príncipe y encuentra refugio en una comunidad de faes que
no desean la destrucción de ninguno de los dos mundos. En este principio
descubriremos como Ivy deberá superar el trauma de su secuestro y volver a ser
la que era para poder destruirlo y salvar a aquellos a quienes más ama, aunque
a su vez intentará alejarlos por miedo a dañarlos.
Esta entrega es narrada en primera
persona por Ivy y por ello es muy fácil empatizar con ella y ver como
evoluciona psicológicamente hasta descubrir quién es ella y lo que realmente
desea.
No podemos olvidarnos de Ren, quien
sigue siendo su mejor apoyo, su amor y un luchador excepcional a quien tener
cerca, un joven humano sexy y muy listo, pero para mí el mejor personaje, el
que de verdad es como un soplo de aire fresco en toda la trama es Tink y su
obsesión con Amazon Prime, su ironía e inteligencia le hacen imprescindible.
Esta tercera entrega que nos
presenta Titania supera a las
anteriores, aunque empieza con un tempo lento rápidamente acelera y atrapa al
lector con giros argumentales inesperados, sorpresas y alguna que otra
reaparición de personajes.
También la historia crece a la vez
que sus protagonistas y en esta el romanticismo y la picardía van un paso más
allá dándole el punto justo de picante a la narración.
Su prosa es limpia y poco
rocambolesca, las descripciones detalladas ayudan a crear el ambiente perfecto
y a dar solidez a los personajes.
Muchas tramas se irán cerrando pero
queda alguna abierta que daría para un próximo título o una narración corta,
solo podemos esperar a ver si hay suerte y la autora nos sorprende.