Los mundos siguen en guerra;
Su vida, en peligro.
Llegamos al final de una nueva trilogía firmada por una
de las voces femeninas que resuenan con más fuerza en el género fantástico, la
australiana Trudi Canavan.
A sus espaldas cuenta con títulos como “Las crónicas del
mago negro”, “La maga”, la trilogía de La espía traidora formada por “La misión
del embajador”, “La renegada” y “La reina traidora” y la trilogía de Los cinco
Dioses formada por “La hechicera indómita”, “La sacerdotisa blanca” y “La voz de los Dioses”.
Cada obra suya supera a la anterior y hoy ponemos punto y
final a la trilogía de “La ley del milenio” construida con unos sólidos cimientos
en “Magia robada”, con una trama que se
complica en “El Ángel de las Tormentas” y llega a su desenlace en La promesa del sucesor.
La novela nos introduce de nuevo en la historia cinco
años después de la lucha que confronto a los rebeldes y a Raen, tiempo en el
cual los mundos siguen enfrentados y en guerra, unos centrados en la tecnología
y en abolir la magia y otros donde el dominio de la magia y su uso da prestigio
y poder.
Esta entrega se divide en once capítulos y un epílogo
donde las voces de nuestros protagonistas se van intercalando aunque sus vidas
se cruzan creando una confianza profunda aunque en determinados momentos sus
orígenes y su manera de ver el mundo los distancia.
Tyen, aquel joven arqueólogo ha crecido y dominado la
magia siempre acompañado por Vella, una mujer que fue convertida en libro.
Rielle aquella joven adepta al Templo y que encontró por
el camino a un joven Qall que sigue sin recordar nada de su pasado pero que en
su mente y en su futuro pende la paz de los mundos.
Estos jóvenes deberán enfrentarse a Dahli quien desea
fervientemente devolverle a Valhan su poder sumiendo los mundos en el caos para
siempre.
Una lucha entre el bien y el mal, el espíritu de
protección a un joven que a medida que se acerca a su mayoría de edad verá su
vida correr más peligro, las leves alianzas entre los afines a la magia y
aquellos que la rechazan por un bien mayor serán escasos pero podrán marcar la
diferencia.
Quizás mueran en el intento o su valor logre restaurar la
paz, pero lo único que asevero es que la gran lucha final se cierne sobre ellos
y deberán estar preparados para el sacrificio.
Con una prosa firme, delineada con brillantes
descripciones, mucha acción y magia, la autora nos transporta a un rincón de
nuestra mente donde el tiempo y el espacio se desdibujan, caminaremos por los
senderos de la victoria o la derrota junto a nuestros nuevos amigos y al llegar
al final de esta novela que nos presenta Fantascy
descubriremos que sus novelas siempre son un buen refugio para mentes
aventureras.
Solo nos queda esperar a su próxima aventura para caer de
nuevo rendidos a una gran fantasía literaria.
Aquí os dejo los primeros pasos del final del camino.