Después de pasearnos por la Calle Dublín de la mano de Joss y Braden y de
Ellie y Adam, nos trasladamos muy cerquita a la Calle Londres con Jo y Cam, sin
olvidarnos de Cole y finalmente hemos ido de visita a la Calle Jamaica, donde Liv y Nate tienen mucho que contarnos.
Samantha Young nos presenta una serie donde sus libros se pueden
leer de manera independiente a no ser que seáis del tipo de lector que queda
fascinado por personajes muy reales, personajes jóvenes, con la vida por
delante pero con un pasado muy duro que sobrellevar e historias románticas
llenas de altibajos, tira y aflojas y muchos enredos, si sois de este tipo de
lectores, empezad por el primero dado que aunque se puedan leer por separado,
los personajes protagonistas de uno forman parte de los personajes corales en
las otras y sus historias continúan en un huso cronológico.
Ediciones B nos regala una historia apasionada, una amistad
profunda y nos muestra con estas historias que la familia no solo son aquellas
personas con las que compartimos adn, sino que son aquellos que nos quieren,
que nos cuidan y que hemos elegido nosotros mismos para compartir con ellos lo
bueno y lo malo de nuestras vidas.
En Calle Jamaica el protagonismo lo recogen Olivia, la joven prima de Jo
que ha llegado de Estados Unidos con su padre a instalarse en Escocia, es una
joven muy seria, muy recatada, gran amiga de sus amigos pero excesivamente
tímida con los hombres a excepción de aquellos que no la atraen y de Nate, su
mejor amigo y de quien no puede pensar en otros términos dado que es un Don
Juan empedernido.
Nate es un hombre alto, fuerte, seguro de sí mismo y con unos ojos oscuros
donde perderse, su alma esta atormentada por el pasado y encuentra en Liv una
gran amiga hasta que esta le pide que la ayude a poder hablar con los hombres
dada su poca experiencia, una cosa lleva a la otra y la amistad empieza a
desdibujarse y aparecen los fantasmas del pasado.
En esta novela descubriremos el gran sentido del humor y de la ironía de la
autora plasmada en los comentarios de la inocente Liv y como esta despierta al
mundo sensual con Nate.
Una novela rápida de leer y previsible, ¿pero quién quiere leer una
historia romántica con toques dramáticos sin esperar encontrar alguna esperanza
en su final?
Los sueños se pueden hacer realidad si uno es suficientemente fuerte como
para luchar por ellos y plantarse ante la disyuntiva de perderse en el camino.
La dualidad de Liv y su evolución contrasta con la evolución de Nate, quien
pasa de ser amigo a ser algo más indefinido hasta el punto de ser
sobreprotector.
Y por si fuera poco la tensión que crean sus personajes principales,
descubrimos cómo han evolucionado los personajes de las novelas anteriores.
Solo se me ocurre buscar nombres de calles de escocia para poder adivinar
cuál será su próxima parada.