Después de presentarnos en su anterior novela “En
los zapatos de Valeria” a sus adorables protagonistas, Elísabet Benavent tira un poco más del hilo de sus vidas para que
el lector ávido de casualidades, encontronazos, amores, desamores, y en
definitiva de una vida que bien podría ser real y donde muchas de nosotras
podemos ver reflejadas, en parte, a nuestras amigas del alma.
Valeria en el
espejo nos muestra como Valeria, Lola, Carmen y Nerea viven en su montaña rusa
sentimental personal. En la entrega anterior habíamos dejado a Valeria hecha un
lio entre una separación matrimonial y Víctor, con mayúsculas, a Carmen
tranquila con Borja en su vida, a Nerea victorianamente a gusto con su vida y a
Lola devolviendo la pelota en el tejado de Sergio.
Realmente la manera de presentarnos las situaciones
de la autora es muy fresca, enseguida te sientes como si fueras la quinta amiga
y piensas que dirías tú o qué harías, no juzgas la personalidad de las chicas,
han llegado a ser tus amigas, y te entran ganas de poner a caldo a alguno de
los chicos.
Una segunda parte de una historia, tratándose de
una saga es complicada de valorar, la primera parte siempre es explosiva por
necesidad, debe presentar los personajes, las situaciones y crear unos
cimientos que irán evolucionando con la historia, pero continuar desde un punto
alto ha de costar, profundizar en los personajes, dar voz a nuevas
incorporaciones, dar giros inesperados y mostrar que la historia no se había
quemado.
Elísabet
Benavent demuestra que cuando un tema se trata con frescura, con naturalidad y con
mucha sutileza e ironía, tiene cuerda
para rato. Introduce temas profundos como el aborto, el divorcio mezclándolos
con las suegras medio brujas y el miedo a no ser suficiente para alguien o para
uno mismo.
Todas ellas dan un paso al frente, Nerea decide
liarse la manta a la cabeza y no ser lo que se espera de ella, quiere ser ella,
y debido a una decisión dura con la que habrá de vivir toda su vida su visión
de futuro cambia, pero sus amigas siguen ahí, Carmen se enfrentara a la madre
de Borja, una madre más antigua que el paleolítico que abusa del chantaje
emocional, pero que descubrirá en el padre de Borja todo un personaje. Lola
decide cambiar su vida, ya está harta de ser usada y de usar, tiene un nuevo
plan de vida aunque la deje en dique seco, y Valeria no se aclara ni ella,
empieza a poner las cosas en orden, pero sus miedos e inseguridades la
empujaran a cometer una estupidez ¿o quizás no?.
Ellos, también cogen más protagonismo, Borja
demuestra ser un caballero, Sergio, bueno él sigue siendo como es, Adrián
parece que por fin entiende las cosas, Daniel recibe lo que merece y Víctor se
lía a sí mismo con el vaivén de sus pasos.
Es una historia coral donde la vida de un solo
personaje sacude la vida de los demás, una visión femenina de la vida, del amor
y de la amistad. Una amistad inquebrantable frente al mundo. Ya podría
desplomarse el cielo que ellas seguirían juntas contra viento y marea, son sus
coaching sentimentales.
Suma de Letras nos ofrece
vida, diversión, amistad, amor y realidad de la no tan buena. Al leer las
vivencias de Valeria como si de su diario personal se tratase, las lectoras
encuentran una intimidad inusitada con los personajes, ven los problemas desde
dentro, no solo como espectadoras, sino que la piel se les pone de gallina y
aunque son muy diferentes entre ellas se las acaba queriendo a la par.
¿Qué nos deparará “Valeria en blanco y negro”?, lo
podéis descubrir ya en vuestras librerías.