Por fin llega la sexta entrega de la saga de las Guerreras de nuestra querida Megan Maxwell de la mano de Esencia, solo os puedo decir que la espera ha valido la pena y que una vez terminada la novela solo me han quedado ganas de más y si es posible que en la próxima una Campbell cabezota regrese a nuestras manos.
Para aquellos que aún no conocen esta maravillosa saga (pocos deben de quedar) recordemos sus títulos “Deseo concedido” fue el primer título de esta saga y tal y como reza su nombre concede el deseo de vivir intensamente en unas tierras y épocas lejanas acompañando a mujeres fuertes frente un mundo de hombres, “Desde donde se domine la llanura” nos invitó a descubrir el amor verdadero y la lucha por conseguirlo, “Siempre te encontraré” terminó con todo el azúcar de Escocia, en “Una flor para otra flor” vivimos la madurez de un amor casi infantil , con “Una prueba de amor” se unieron a nuestras filas guerreras dos arrojadas e intrépidas vikingas ampliando la cultura celta con la nórdica y hoy con Un corazón entre tú y yo nos reencontraremos con nuestras Vikingas a las que se unirá una valiente e intrépida pirata.
Esta entrega está muy ligada a la entrega anterior, se podría decir que es la continuación perfecta, pero si no os la habéis leído no os preocupéis que la jea guerrera os pone en situación y de las claves justes para hilar la trama pero sin extenderse para no solaparlas.
Nuestra nueva amiga con la que llorareis y reiréis a la par se llama Alison Francesca Isobel Marguerite Orquidea Moore, un nombre que como descubriréis es muy especial, aunque sus amigos la llaman Bicho o Alison.
Alison es hija de un temible pirata, aunque no es tan fiero como lo pintan, una joven que desea dejar el mar y descubrir como sería la vida en tierra y mucho más cuando en su mente se está gestando una venganza desde hace años y parece que las estrellas están de su parte para llevarla a cabo.
Así es como tiene seis meses para vivir en tierra junto a su tío Matsuura, un hombre que vais a adorar y a Gilroy, lo que ella no esperaba era acabar con tres niños a su cargo a cual más maravilloso y con el corazón enamorado de Harald, el cuñado de Demelza.
El problema es que Alison tiene su secreto y Harald no quiere dejar marchar el recuerdo de su difunta mujer por lo que está cerrado al amor, cosa que hace que nuestro vikingo tenga continuos dilemas entre el corazón y la razón.
Alison es un personaje perfecto para mi gusto, es buena, generosa, amable y a su vez una fiera guerrera que moriría y mataría por los suyos y reconozco que el tándem que forma con Demelza es excepcional.
Que os voy a contar, tengo ganas de deciros esto y aquello, pero sería traicionar un código no escrito donde destripar la historia a otra lectora en este caso me haría caminar por la pasarela del barco hacia los tiburones.
Así que no os voy a contar nada más, solo os invito a que la leais, a que sonriáis y lloréis, porque esta novela es todo sentimiento y nos invita a recordar el pasado pero no a vivir anclados a él sino a luchar por un presente y un futuro lejos de la soledad y descubriendo que las segundas oportunidades pueden ser maravillosas.