García de Saura es todo un descubrimiento para mí, una autora que ha conseguido con su
segunda novela Lo que el alcohol ha
unido que no lo separe la resaca, tocar
la fibra sensible, acalorar las mejillas y arrancar grandes sonrisas. Una
novela que tiene un poco de todo y un mucho de nada.
Os invito a que conozcáis
a Lucía, una joven que tras descubrir los cuernos de su prometido con su primo,
muestra su fortaleza plantándose en el altar e invitando a los asistentes a
descubrir la verdad. Ella, junto a sus inseparables amigas, Paloma, la casada
aburrida, Eva la soltera picara y Marta la feliz casada, son las mosqueteras de
una aventura que comenzará la noche de no bodas.
Tras unas copas de más,
serán retenidas por la guardia civil, y que guardia civil!!! Unos hombres
fortachones y guapos que cambiaran la vida del cuarteto aunque Lucía no está
mucho por la labor.
Urbano, es el teniente
que las ha retenido y considerado por todos el chico de oro caerá ante la
tentación de Lucía, quien no le da tregua, le reta con la mirada, no baja del
burro hasta que descubrirá la verdad que se esconde tras la palabra amor.
Uno de los puntos irónicos
los da la hermanísima y súper perfecta Leire, ella y sus súper pijas amigas son
el contraste a este cuarteto que no tiene filtro, que se ríe de su propia
sombra y que por su amistad son capaces de arder Troya.
Una historia que enreda
corazones, que muestra infidelidades, divorcios, embarazos, bodas e incluso una
venganza tramada desde el odio más profundo que puede acabar con una muerte a
manos de alguien conocido.
¿Qué haríais vosotras si
vuestro prometido os pusiera los cuernos con un hombre y de la familia?
Una comedia en toda regla
donde todo puede salir mal o peor, pero que esconde entre líneas temas
familiares, de amistad y actuales de los que pocas veces se habla a no ser con
un par de copas de más.
Quizás la combinación del
limón ácido y amargo con un sheriff creído y organizado no parezca una buena
mezcla, pero las chispas saltaran irremediablemente.
Una historia coral, donde
las protagonistas entretejen sus historias con las de sus amigas, donde el fino
sentido del humor está presente en cada una de ellas y el picante se sirve
incluso a orillas del mar.
Esencia nos presenta una novela que se lee de un tirón, un argumento lineal donde
lo interesante es lo que vendrá después y como entre la trama se van
intercalando pequeñas píldoras de gamberradas que quizás no lo son tanto.
Os dejo sus primeras páginas y os invito encarecidamente a que vistáis vuestras mejores galas para
asistir a la no boda de Lucía. Una historia con banda sonora propia.