Tras el seudónimo de Juliet
Dark, un apellido muy bien elegido, podemos encontrarnos con Carol Goodman,
autora nominada dos veces al premio IMPAC, el Mary Higgins Clark y el Nero
Wolfe. Con su obra “La seducción del agua” obtuvo el premio Hammett. Ahora nos
presenta su nueva novela El amante
demonio.
Con una prosa muy fluida, Juliet Dark, nos introduce en
una historia oscura, tenebrosa, llena de mitos y leyendas, un mundo donde todo
puede ser y nada es lo que parece. Con sus vibrantes descripciones el lector se
contagiara del frio invierno Fairwick, un pequeño pueblo entre las montañas
donde todos sus habitantes se conocen y la vida parece pasar plácidamente.
En el pueblo se encuentra la Universidad donde Callie
McFay será aceptada como profesora en el departamento de Folclore, su asignatura
muestra las relaciones paranormales con las novelas góticas, el lector se
sentirá como un alumno más al descubrir detalles escondidos en obras como “Jane
Eyre”, “Drácula”, “Udolfo” o “Cumbres borrascosas” entre otras, novelas donde
las protagonistas femeninas no luchan, son como princesas encerradas en la
torre del castillo esperando a ser salvadas por un príncipe azul.
Si la novela solo se centrara en la normalidad nos
habríamos perdido un lugar ancestral, mágica, mítico, donde seres como brujas,
hadas, elfos, vampiros y otros seres sobrenaturales coexisten en harmonía,
protegiendo un lugar donde todo aquel que no haga daño a los humanos es bienvenido.
Callie McFay entra de lleno en un mundo donde las
personas no son lo que realmente aparentan, pero quizás ella tampoco lo sea. Su
pasado se corta con la muerte de sus padres y su adolescencia viviendo con una
abuela estirada, mantiene una relación a distancia y lo más destacable es que
por las noches un íncubo la visita y mantienen una tórrida relación.
¿Puede un ser maligno hacer un acto de bondad? ¿Puede una
maldición romperse con un acto de perdón? ¿Pueden albergar un mundo mágico un
lugar donde la razón y el corazón peligren?
Una historia apasionante, llena de matices, con unas
sombras perturbadoras que crecen a la luz de la luna, con un lugar donde todos
querríamos huir pero a la vez desearíamos llamar hogar.
Una visión externa de las novelas góticas encerradas en
una novela no menos perturbadora, donde la protagonista deberá luchar no por
ella misma sino por sus amigos, sus compañeros, sus alumnos, en definitiva por
su nueva familia.
Una historia fascinante que se refleja en la
reminiscencia de la antigua propietaria de la nueva casa de Callie, Dahlia
Lamotte, una escritora prolífica que sucumbió también al placer de la noche, y
donde el reflejo de las dos vidas dan una breve visión sobre lo que la vida de
nuestra protagonista podría llegar a ser.
Vergara nos seduce como
el íncubo a la protagonista con una portada plagada de luces y sombras, donde
el bosque se encierra y la nieve empieza a derretirse, donde nuestra
protagonista se deja seducir por la luna.