Hoy de la mano de Ediciones B os queremos presentar una novela, porque no se puede llamar biografía, de uno de los personajes más atractivos para el papel cuché y gran amante de arte.
La baronesa viene firmada por la pluma de Nieves Herrero y no sin ello es una obra marcada por la polémica entre la autora, la protagonista y la Editorial.
Así es como se nos presenta esta historia muy detallada de la vida de Carmen Cervera tal y como nos explica su autora, estamos frente a una aventura literaria que comenzó a finales de 2019, cuando Carmen Thyssen la llamó por teléfono y le pidió que escribiera un libro sobre su vida. Su única condición fue narrar las cosas tal como habían sido, con sus luces y sus sombras. Poco a poco se fue introduciendo en su mundo y, durante tres años, mantuvo encuentros y largas conversaciones con ella en su casa de La Moraleja.
La autora nos presenta una faceta poco conocida por muchos dado que en realidad sabemos de ella lo que se ha querido contar, un reflejo más de escándalos y conflictos familiares que de la propia personalidad de la baronesa quien tuvo una infancia con padres separados, una juventud romántica y un concurso de belleza, el de Miss España, que puso su vida del revés. Su romance con Lex Barker y las sombras que llegaron tras su muerte. Su relación con Espartaco Santoni, con su sórdido final. El nacimiento de Borja y la aparición de Heini, que la convertiría en baronesa y coleccionista. Su mala relación con Blanca Cuesta y la llegada de las mellizas, Carmen y Sabina...
Todo parecía ir bien hasta que se torció y la propia barones anunciaba que iba a escribir ella sus memorias dejando a la autora a cuadros y nunca mejor dicho, así que vamos a centrarnos en el volumen que nos ocupa y no el que quizás debería ser, pero quizás así tengamos la oportunidad de tener un prisma diferente sobre su historia.
Poco os voy a contar de su narración o de los detalles que se desvelan, hay episodios que parece que hayamos vivido con ella frente al televisor pero con una profundidad nueva, otros son poco conocidos y muy interesantes no solo por el personaje en sí, sino también por la época y la sociedad que la rodeaba.
Quiero destacar el buen gusto en su portada, sobre un fondo blanco vemos a la baronesa retratada en un cuadro sin marco, como una obra que le falta parte del fondo y del marco, una metáfora brillante de la obra.
En su interior podemos admirar fotografías que evolucionan del pasado al presente, del blanco y negro al color, un detalle que no pasa desapercibido al lector.
Tal y como nos indica la autora: “Sin duda, el personaje más fascinante de las últimas décadas.”