Si fuera por mí la novela que hoy os voy a presentar la
metería dentro de una botella, la sellaría con lacre y la lanzaría al inmenso
mar, un lugar donde la eternidad la mantuviera segura y al alcance de los
marineros de los océanos.
El club de las
50 palabras
es en sí una oda al amor de un niño a su madre, de cómo la fantasía se llega a
mezclar con la realidad para crear un lugar seguro y feliz ante una perdida,
una metáfora de los sueños infantiles que como Peter Pan se va diluyendo en la
mayoría de nosotros pero restan en algunos pocos afortunados.
Ana B. Nieto es una autora que me encanta,
su prosa es muy limpia, sabe mantener un tempo marcado por los personajes
quienes le dan a la trama un carácter propio y solidez. Si no la conocéis os
recomiendo “La huella blanca” y “Los hijos del caballo”
Esta historia nos muestra los descubrimientos de una
periodista quien investiga sobre la vida de David, un hombre que dio la vuelta
al mundo navegando a una temprana edad.
Así es como se encuentra con su mujer y a la vez
terapeuta y empieza a leer su historia, una narración escrita por un hombre
adulto pero que esconde la visión del mundo de un niño anclado en una fantasía
que elaboró con ocho años para afrontar la pérdida de su madre.
La novela refleja el club de mujeres que una vez al mes
se reunían en casa de David para hablar de libros, mujeres muy especiales cada
una a su manera hasta que en una de sus reuniones se inunda el sótano y todo
cambia.
A partir de aquel momento la vida de David cambia, vivirá
una temporada con una amiga de su madre y luego con su tío en un faro acabando
en alta mar. Lo mejor de esta narración es que yo solo os he dado una visión
cronológica, pero tal y como David la narra el mundo es muy diferente, su madre
le visita, su abuelo es el océano y la mitología griega se mezcla en su cabeza
para dar sentido a una realidad que encajará a la perfección al final de la
novela.
Un final que deja una reflexión importante sobre la
verdad, como afrontar la realidad y la pérdida y la importancia del amor de la
familia. ¿Qué es mejor ser felices aun estando engañados o vivir la realidad
por muy dolorosa que sea? Quizás la realidad sea para él una prisión, como el
faro en el que vivirá seguro.
Esta historia tiene una lectura entre líneas que al
llegar a su final nos hace reflexionar sobre el personaje de David en sí y
como aquellos que vivieron con él le animaron a seguir en su mundo de fantasía
o si intentaban abrirle los ojos acababan siendo apartados.
Si os cuento algo más la novela que nos presenta Roca Editorial perdería toda la magia
de los cuentos, solo os puedo decir que mi ejemplar está lleno de puntos de
libro, sus reflexiones me han gustado mucho y más de una idea sigue dando
vueltas en mi cabeza.
Antes de terminar quiero agradecerle a la autora y a la
editorial el enviarnos el libro y su estimada dedicatoria.